Los migrantes se han convertido en “carne fresca” para los grupos delictivos de México, afirmó el obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch.

Esto surge tras el reciente hallazgo de 148 migrantes encontrados hacinados en un tráiler abandonado en la carretera Minatitlán-Córdoba, Veracruz.

Según el obispo, algunas personas explotan el sueño americano de los indocumentados para poner en riesgo su integridad y dignidad, mientras que otras brindan apoyo durante su travesía.

“Ustedes saben que así como hay gente que ayuda a los migrantes también hay gente que se aprovechan de ellos y que son carne fresca para muchas cosas, no solamente para sacarles dinero, para extorsionarlos, secuestrarlos y pedirles a sus familiares, sino también para meterlos en nuevas esclavitudes como: la trata de niños, la venta de órganos, meterlos al crimen organizado, otros a la prostitución”.

Entrevistado previo a la misa dominical en la Catedral de Veracruz, el clérigo destacó la importancia de reconocer la realidad que se vive en el país y ha instado a la sociedad a tomar conciencia y alzar la voz para que el gobierno preste atención a estos asuntos.

También señaló que aquellos que se encuentran en una tierra desconocida sin documentos se vuelven vulnerables a la explotación por parte de personas sin escrúpulos o grupos delictivos.

Cuando se le preguntó sobre el reciente caso de una bebé abandonada en una iglesia en Veracruz, Briseño Arch comentó que este evento muestra el nivel de deshumanización presente en la sociedad.

“Es la muestra de deshumanización que estamos viviendo, entonces una criatura siempre hay que respetarla y estar con ella”, concluyó