En esta semana, familiares de pacientes derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social manifestaron su preocupación por la seguridad y calidad del servicio de hemodiálisis proporcionado en clínicas subrogadas, denunciando deficiencias graves en la atención ofrecida por la clínica subrogada Santa Lucía, la cual permaneció cerrada durante cuatro meses debido a la presencia de una bacteria.
En respuesta con la atención extramuros brindada en la clínica de hemodiálisis “Santa Lucía” de la ciudad de Veracruz, la Representación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte hizo aclaraciones:
La Jefatura de Prestaciones Médicas del IMSS asegura la continuidad y puntualidad del servicio de hemodiálisis mediante un proveedor externo, garantizando que no haya interrupciones en la atención.
La mencionada clínica recibe seguimiento y supervisión constantes para verificar que cumpla con los estándares de calidad y seguridad establecidos en la normativa oficial vigente, asegurando el bienestar de los derechohabientes.
Durante la última semana, se llevaron a cabo dos visitas de inspección a la clínica, constatando que los servicios se prestan de manera satisfactoria y acorde a los requerimientos.
Asimismo, el IMSS en Veracruz Norte mantiene comunicación directa con cada paciente para proporcionar información sobre la programación de sus sesiones de terapia sustitutiva de la función renal, reiterando su compromiso con el cuidado de su salud.
QUEJAS PREVIAS CONTRA LA CLÍNICA SUBROGADA SANTA LUCÍA...
La clínica subrogada Santa Lucía, ubicada en Veracruz, ha sido objeto de múltiples quejas y preocupaciones por parte de pacientes y sus familiares en relación con la calidad y seguridad de los servicios de hemodiálisis que ofrece.
Una de las principales inquietudes se originó hace aproximadamente cuatro meses, cuando la clínica fue clausurada debido a un brote infeccioso que afectó a más de 40 pacientes, quienes tuvieron que ser hospitalizados.
Tras su reapertura, familiares de los pacientes han denunciado diversas deficiencias en la clínica, incluyendo:
Falta de infraestructura adecuada y condiciones higiénicas deficientes.
Carencia de materiales y equipo médico necesarios para una atención óptima.
Trato inadecuado hacia los pacientes por parte del personal.
Horarios de atención que obligan a algunos pacientes, provenientes de otros municipios, a pernoctar en la terminal de autobuses debido a la falta de transporte nocturno.
Estas preocupaciones han llevado a los familiares a solicitar la intervención de las autoridades, incluyendo a la gobernadora Rocío Nahle y a la presidenta de la República, para que los pacientes sean reubicados en el Hospital Covadonga, donde consideran que recibían un servicio de mayor calidad y seguridad.
A pesar de estas acciones, la incertidumbre y el temor persisten entre los pacientes y sus familias, quienes continúan demandando soluciones integrales y la reubicación en centros de atención que ofrezcan garantías de seguridad y calidad en el servicio de hemodiálisis.