La economía nacional vale hoy en ingreso per capita a pesos constantes, menos que hace seis años, lo que refleja la pésima administración pública que padecemos.

El crecimiento promedio de este sexenio será, si bien nos va, de solamente un 0.8 %, en tanto que la población ha crecido un 1.2 %, lo que se traduce simple y llanamente en el peor desempeño económico de los últimos cuarenta años y el segundo peor de los últimos cien años. Muchos aún recordamos la “Docena Trágica” de los sexenios del “bienestar” de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo, así como la gravísima crisis que nos dejaron.

Las actividades primarias cayeron en -1.1 % en el primer trimestre de 2024 y las secundarias -0.4 % en el mismo período de la economía nacional, presentando ya una clara contracción, en tanto que el sector servicios no logra repuntar hacia los niveles deseados que lo conviertan en el motor del crecimiento que México requiere.

La política de abandono del campo, aunado a la falta de apoyo a la industria, comercio y servicios durante la pandemia empieza a cobrar la factura en menores tasas de ocupación y mayor economía informal.

La invasión de productos chinos e importados en general, derivada del súper peso, manipulado por las noches en los mercados de futuros asiaticos, está llevando a la industria mexicana a las puertas de la quiebra. El gobierno actual ha desprotegido al empresario e inversionista productivo nacional, privilegiando al inversionista especulativo extranjero.

La grave falta de visión estratégica de esta administración pública simplista, simuladora y anclada en el pasado en economía, finanzas, seguridad, salud, educación, etcétera, se traduce en pobreza, desempleo y criminalidad en aumento entre otras calamidades.

Los saldos son desastrosos:

Más de 185,000 homicidios dolosos al día de hoy, lo que presagia el cierre del sexenio con más de 200,000 homicidios dolosos. La peor cifra en la historia de México.

Más de 7,000 secuestros reportados. Recordemos que solo se reporta uno de cada diez, así que saquemos cuentas, por que bien podríamos estar hablando de más de 70,000 reales.

Extorsiones, robos, asaltos, fraudes y demás delitos sin fin se cometen de manera cotidiana en aumento y con total impunidad, la cual ronda casi el 100 %.

Pareciera que las siete plagas bíblicas se han establecido en nuestro país en estos seis años de desgobierno.

Desafortunadamente nos encaminamos hacia un estancamiento permanente si no cambiamos de modelo económico en las próximas elecciones del dos de junio.

Es urgente bajar el telón y cambiar a los actores de esta gran tragedia nacional, de lo contrario entraremos de lleno en una etapa de crisis ciclica como nunca la hemos vivido desde nuestra independencia.

Nuestro voto definirá el futuro de las próximas generaciones en las cuales se encuentran nuestros hijos y nietos.

Solo faltan 28 días para la elección y esta es la última llamada…