23.Junio.2017
"SOMOS GUERREROS DE LA LUZ: CHINGÁNDOLE TODOS LOS DÍAS..."
Charla de maestros: "Ciudad de plata. Diálogos de fotografía", con Julio Sanz, Héctor Juárez, Sergio Lara, Salvador Flores y Enrique Ledesma...
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Foto: / LUZ MARÍA RIVERA /
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Foto: / LMR /
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Fueron dos horas que pasaron como relámpago o flashazo, la tarde noche del jueves en el Centro Veracruzano de las Artes "Hugo Argüelles" el CEVART del IVEC, en la ciudad de Veracruz, con la charla entre fotógrafos dedicados a un universo paralelo al de la política o los medios de comunicación: fotografía personalísima, para vivir, subsistir, crear y ser.

Fotógrafos de todo lo imaginable de nuestra Cotidianidad, desde XV años, bodas, bautizos, fiestas familiares y colectivas; fiestas de pueblos por Santos o Carnavales; de músicos, artistas, escritores y desnudos: porque la imagen de alguien ante la lente, es más que un tipo "sin ropa".

Así se hizo, a convocatoria del maestro fotógrafo y jefe en el periódico Imagen, Enrique Ledesma, este encuentro que tituló: "Ciudad de plata. Diálogos de fotografía", y que condujo con ese estilo donde lo reflexivo pasa por "moderado", en desliz engañoso, porque a sus preguntas, Julio Sanz, Héctor Juárez, Sergio Lara y Salvador Flores, regalaron al público asistente que fue mucho, una conversación intimista y entretenida.

Julio Sanz pasó de contar, era, fue, contador público, para abrazar la fotografía. Su afán ahora, a la par de su trabajo ampliamente reconocido en Veracruz y fuera del estado ( estuvo con el "chivo" Lubezki en "Y tu mamá también") es "Educar a la nueva generación" de fotógrafos. Explicarles que "No solo es apretar un botón, disparar como una ametralladora" y reconoce que en Veracruz "hay mucho talento..." y que nuestra ciudad "emerge para crear: somos Guerreros de la luz, chingándole todos los días..." dice convencido quien cree que Veracruz está hoy "Lacerado pero con muchas ganas por la fotografía..." dice quien considera que la fotografía antes era un proceso mucho más "romántico y poético" pero que la tecnología está ahí, llegó para que la apropien jóvenes y no tan jóvenes.

Salvador Flores por su parte, nos compartió que tuvo un abuelo cubano y una abuela india Yaqui, que se conocieron aquí en Veracruz, por lo que está convencido de que "un puerto es de mucha oportunidad. Un sitio de oportunidades. Un lugar asombroso que cada día lo descubro. Sigue asombrándome. Esa es la idea de un puerto: ser puerta y ser puente..."

Quien hoy es maestro de fotógrafos, empezó robándole la cámara a su papá para ir a tomar fotos de todo, a sus 16, cuenta; y reconoce que aprendió a ser fotógrafo en el IVEC, el Instituto Veracruzano de Cultura allá por los años 90, y detalla: "fue muy natural para mi pasar de un sistema a otro" refiriéndose a la foto digital: "y fue difícil aprenderlo. Yo dejé de hacer fotografía química hasta 2006. Pero hay que irse acomodando a los tiempos. Ahora imprimo lo menos posible. Me pesaba en la fotografía química, ese gasto de agua para revelar un rollo y esos químicos que se iban a la tarja..."

Y Sergio Lara nos sorprendió con sus fotos de desnudos masculinos de una delicadeza donde lo lúdico también despunta; nació en Veracruz y de niño de cinco años "me llevaron a un infierno llamado Tierra Blanca" dice, para después tímido, negar la calidad de infiernillo de ese municipio cuenqueño. Recuerda a su mamá contándoles a él y a sus hermanos "siempre de Veracruz, el paseo, el malecón, el carnaval. Ella nos avisaba ya tengo boletos para las gradas, nos organizaba a la familia, preparaba comida y nos llevaba al Carnaval..."

Su acercamiento a la fotografía se dio en la carrera de Comunicación. Y no tuvo problemas ni conflictos con la llegada de la tecnología digital a la fotografía: "La fotografía de rollos no necesariamente era buena..." solo por utilizar estos materiales reflexiona.

Y Héctor Juárez admite que perdió "mucho tiempo" antes de aceptar la fotografía como lo que es hoy: una pasión y una forma de vida: "Yo no aceptaba esa transición de la fotografía análoga a la digital. Pero después de que me costó mucho trabajo aceptarlo lo logré y mi laboratorio ahora es mi computadora. Y es apasionante trabajar fotoshop y ahora estoy enamorado de la fotografía digital..." dice, quien admite sin rodeos que hace fotografías de quinceañeras y hace poco venció el miedo a la fotografía submarina.

Todos ellos admitieron sentir "miedo" a fotografiar policías. O eventos de violencia.

Esta conversación pudo darse por el ambiente de "Café entre amigos" el ciclo de charlas inaugurado por la maestra María Luisa González Maroño, directora entusiasta del CEVART, quien ha logrado en los últimos cuatro años convertir el obsequio de las "banderillas y el lechero" en algo más que el jarocho "café con pan" y regalarnos encuentros como éste.


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