GUANAJUATO, GTO.-6 de octubre, 2016.-Cinco estupendos y guapísimos actores que además son músicos y no cantan nada mal, logran en una puesta de una hora poco más, recrear lúdicamente el Cervantes menos conocido: el de "Las novelas ejemplares", con sus pícaros "Rinconete y Cortadillo" o "El celoso extremeño", más la cauda de personajes de la España de referentes comunes y que, como México, está contagiada del "virus de la Cervantina", peligroso porque te hace leer y pensar.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico y Ron Lalá, ambas de España, logran con "Cervantina: versiones y diversiones sobre textos de Cervantes" dirigidos por Yayo Cáceres de fuerte acento y personalidad, un acercamiento diferente (varones recreando mujeres cuando es menester...) pero puntual: muy divertido y crítico, y a un Miguel de Cervantes menos conocido aún, puntillean, que la propia obra cumbre del autor: El Quijote.

Los actores Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher y Álvaro Tato personificando al autor atribulado por una Musa burlona y cruel, que le recuerda la Gloria de sus contemporáneos Lope de Vega y Calderón de la Barca; logran en 90 minutos dar un "repaso general" por lo más representativo de la considerada "obra menor" de Cervantes, y nos la traen con los referentes mexicanos chocantes de solo mencionarlos: "el chapo", "el chavo", "el América" o " las Chivas"; y se les perdona porque en ellos todo es chulo, y porque son breves las menciones, como un latigazo al orgullo nacional tan ligado al "Hospital de los podridos".

Tarde y noche estupenda la que ofrecieron este jueves ambas compañías en el Teatro Principal: donde los personajes hechos doctores y gitanillos, entremezclados en la butaquería, leyeron palmas y dejaron ramos de romero en las manos encantadas que lo mismo se levantaban que aplaudían: "hermosito hermosito/ tienes un gran secreto/ tú le escribes los discursos a Peña Nieto..." Y cuando preguntaban de qué estábamos "podridos" los mexicanos casi todos coincidieron en que del presidente pá bajo: partidos incluidos. Un señor dijo que de toda la gente de Guanajuato y Tato/Cervantes/Doctor le dijo que si acaso no era de Jalisco.

Noche lúdica donde todos terminamos cantando: "No hay vacuna ni aspirina/que cure la Cervantina..." para salir a esta ciudad que ya comienza a vivir la agitación de sus calles atestadas de chamacos, pero hasta hoy, nada que lamentar. Se está poniendo más que bueno el Cervantino.