Hoy en la Macroplaza de la ciudad de Veracruz, el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el titular de la Secretaría de Marina, Almirante Rafael Ojeda, presidirán la ceremonia de Jura de Bandera a los Cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar, la HENAL, ubicada en Antón Lizardo, en el municipio de Alvarado…
Luego un desfile, en el que hubo necesidad de “acreditación” para la Prensa que tiene por obligación del oficio, asistir; y varios que estuvieron en “la mañanera” en el Museo Naval, no podrán asistir a estos eventos en el marco del 109 aniversario de una efeméride que no les dice nada a la mayoría de jóvenes: por desconocerla y sentirla muy lejana en el tiempo: 21 de abril de 1914…
Pero aquí en la ciudad de Veracruz, no sólo para los Cadetes de la Marina, novicios en estas lides guerreras y que se la saben por obligación de su instrucción, como para muchos altos mandos de la SEMAR, esta fecha tiene especial relevancia y me atrevería a decir que aun más, para la población veracruzana que se sabe su Historia y la sufre pero también la goza cada año que revive, en sus detalles, la última invasión armada, en toda forma, de nuestro vecino Estados Unidos a México: vía este puerto glorioso, mítico y emblemático del país…
La heroica defensa del puerto de Veracruz: a manos de unos jovencísimos Cadetes José Azueta y Virgilio Uribe, del antiguo Colegio ubicado en el corazón de nuestra ciudad y que fueron abandonados por sus Mandos Superiores: siempre me gusta repetirlo este día, consignarlo desde hace años como ahora, pero en crónicas menos apresuradas que ésta que hoy les comparto, por fuerza de muchas cosas del cotidiano que nos rebasan pero no nos impiden hablar de estos “detalles” que conforman la Historia veracruzana y de todo el país…
Chicos que defendieron con valor a la ciudad ante el desembarco de Marines de buques como el Praire, el Florida y el Utah ¡ah la Historia!, por supuesto que hubo más cadetes pero fueron un puñado, acaso algún otro oficial de menor rango: todos anónimos ya, ante la cobardía de sus mandos superiores que huyeron y no literalmente, de Veracruz, apenas supieron el tamaño y la potencia de la escuadra norteamericana: los Cadetes Azueta y Uribe ofrendaron su joven vida en defensa de una ciudad abandonada a su suerte por quienes deberían haberla defendido…
Y fue la población veracruzana: sus hombres fuertes, sus comerciantes, sus estibadores, sus maestras, enfermeras, prostitutas y amas de casa, más toda una gama de personajes que afortunadamente han sido rescatados para la Memoria viva de Veracruz, quienes se afanaron por días en la defensa material de esta ciudad centenaria y heroica, y no podemos más que rendirle tributo a toda esa gente anónima también, pero que algunas lograron sobrevivir a la Memoria y nos traen la narración a pedazos, de esa historia no tan lejana…
Este día generalmente, hay una edición especial de El Dictamen: el Decano de la Prensa Nacional que dedica su portada a reproducir las extraordinarias y duras fotografías de esos días duros que vivieron nuestros antepasados. Pero les sigo recomendando a mi puñado de Lectores/Lectoras, algunos libros fascinantes de ese episodio compartido entre México y Estados Unidos: el indispensable de Eugenia Meyer, “John Kenneth Turner. Periodista de México”, y el más reciente de dos veracruzanas, Adriana Gil Maroño y María Luisa González Maroño: “Mujeres en la Historia de la Ciudad de Veracruz. Primera mitad del Siglo XX”…
Y créanme: quedarán atrapados al conocer más detalles de esta gesta heroica, hermosa y trágica, no sólo en México sino también, para los más pobres, en Estados Unidos…
Nos leemos el lunes por gracia divina…disfruten el sol y las lecturas…