28.Marzo.2023
DESDE EL PUERTO MÍTICO
ALGUNOS VIEJOS RICOS DE LA CONURBADA VERACRUZ/BOCA, TIENEN EL SÍNDROME DEL GIGANTE EGOÍSTA…
Por LUZ MARÍA RIVERA
LUZ MARÍA RIVERA
LUZ MARÍA RIVERA AZAMAR.

Periodista y narradora. Licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la Universidad Veracruzana (1985). Máster de Periodismo y Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid (1996). Maestría en Educación, Universidad Cristóbal Colón (2009). Fundadora en 2012 del semanario impreso El Mercurio de Veracruz, que en ese mismo año transitó a diario electrónico: elmercuriodeveracruz.mx. Tallerista de Literatura y Redacción. Asesora de Cultura en Gobierno de Veracruz y Enlace de Prensa en gobierno de FHB. Curso de Diseño de Campañas y Marketing Político, con Luis Costa Bonino (2020).

LIBROS PUBLICADOS

_"Un carnaval 27 años después...",Universidad Veracruzana (1988)
_"Puerto Mítico. Crónicas contemporáneas de la ciudad de Veracruz", (2008). Editora de Gobierno del Estado. Prólogo del maestro Carlos Montemayor.
_ “El puerto en la vida de Veracruz. Una historia compartida”. Libro en colectivo con varios autores. Edición Apiver y editor independiente. (2019).


TRAYECTORIA PERIODÌSTICA

Reportera de información política y cultural en medios estatales y nacionales. Corresponsal desde Veracruz para Proceso (1990-1992) y El Financiero (1992-1996). Reportera de Asuntos Especiales de El Universal; y reportera y columnista de la sección Cultura en El Universal (1999-2002).

De 2005 hasta febrero de 2016, corresponsal de La Jornada.
Actualmente, directora general y columnista en El Mercurio de Veracruz, con redacción física en la ciudad de Veracruz, y que da cobijo a 9 colaboradores: entre columnistas y reporteros.

Mi columna se publica de lunes a viernes en El Mercurio de Veracruz, Notiver, Plumas Libres y ocasionalmente en La Jornada Baja California.

Enlace de prensa en diversas dependencias del gobierno de Veracruz (1989-1990 y 2004-2009). Asesora en materia de Cultura para el Ejecutivo del Estado, y desde el 2014 imparto formalmente talleres de Literatura y Redacción a público abierto, particulares y en diversas sedes del IVEC. Conferencista invitada por universidades sobre crónica periodística; periodismo, literatura y redacción.

Teléfono de contacto: 22 92519785
Correo personal: luzmariariveraazamar@gmail.com
DENUNCIAN A YUNES LINARES POR AGRESIÓN
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DESDE EL PUERTO MÍTICO
25.Noviembre.2024



 


 


** Si no lo han leído, les sugiero, queridos lectores/lectoras, el cuento breve pero conmovedor, de Oscar Wilde llamado “El Gigante egoísta”, una bellísima lección sobre el apego material y sus consecuencias.


 


** “Un día el Gigante regresó. Había ido a visitar a su amigo el ogro de Cornish, y se había quedado con él siete años. Al cabo de los siete años dijo todo lo que tenía que decir, ya que su conversación era escasa, y resolvió regresar a su castillo. Al llegar, vio a los niños jugando en el jardín.


-¿Qué están haciendo aquí?_ exclamó con tono muy áspero, y los niños salieron despavoridos.


_Mi jardín particular es mi jardín particular_ dijo el Gigante_; cualquiera puede entender eso, y no voy a permitir que nadie juegue en él salvo yo_ así que construyó una elevada tapia adecuada al jardín y colocó un letrero de advertencia. LOS INTRUSOS SERAN DENUNCIADOS.


Era un Gigante muy egoísta…”


(“El fantasma de Canterville y otros cuentos. Losada Oceáno. Buenos Aires/ México, 2000).


 


** Viene a cuento el cuento de Wilde, porque en la ciudad de Veracruz y su Zona Metropolitana específicamente Boca del Río y hasta los lindes con Alvarado, hay todavía varios ricos señores que tienen éste que yo llamaría “síndrome del Gigante egoísta”; aunque muchos vecinos de la Zona Conurbada lo llaman simplemente: “fenómeno que sólo se da en Veracruz y Boca del Río y más allá…”; y que es el de señores de muchísimo, muchísimo dinero, la mayoría que rebasa los 70 y más, propietarios de casas y terrenos tan viejos o más como el Castillo del Gigante de Wilde, pero que no cuidan, ni rentan y mucho menos quieren vender.


 


** Viejos y ricos tozudos, que a la insistencia por atender sus terrenos, casas y edificios muchos cayéndose, hoy invadidos o cuevas de vagabundos; sitios que generan inseguridad y contaminación, y se los dejan a los vecinos porque ellos, generalmente, viven aquí sólo tres meses del corto invierno jarocho y el resto se lo pasan en España; pero despotrican contra el ayuntamiento de hace décadas y el de ahora; contra el INAH “bola de ladrones”, y contra toda la gente “que ni es de Veracruz y no conozco…”


 


** Los jarochos de antaño lo saben bien: conocidos los ejemplos de insistencia Comercial para que estos “gigantes jarochos” les vendan o les renten. Cuando alguno ha logrado hablar con ellos, porque claro, como el gigante del cuento Wildeano, éstos egoístas son de “escasa conversación”, dicen algo más o menos así: “no necesito el dinero, ¿para qué querría el dinero?, pues para comprar un terreno o una casa cerca del bulevard/ en el centro/ y ya la tengo/ ya lo tengo…” Así el razonamiento.


 


** Entonces estos gigantes ya empequeñecidos muchos por el peso, no el paso, del tiempo, cuelgan letreros en esas paredes llenas de maleza en el Centro de la ciudad de Veracruz, en esos “cascarones” de edificios que alguna vez fueron bellos, en esas fachadas de patios enmotados nidos de alimañas, fugas de agua, basura y malos olores, que dicen con letras grandes: “No se vende”, “No se renta”, o “Propiedad privada”.


 


** Y entonces, que se frieguen todos los “niños” que en Veracruz quieren vivir seguros en la vecindad enorme de estos sitios; o jugar y embellecer los edificios, casas, terrenos, volverlos agradables como un jardín, vistosos, iluminados y ordenados: no se puede. Porque estos Gigantes Jarochos ni los usan, ni los mantienen, ni los rentan, ni los venden.


 


** Y que se joda Veracruz, que cada día se parece más a La Habana difunta de Cabrera Infante. Y por eso hay tantos terrenos a pie de playa en Boca del Río, y otros tantos en Alvarado. Esto, mirándolo desde otra óptica, está bien: al menos se puede admirar la playa sin los altos hoteles y torres: ¿pero por qué mantener a toda una ciudad como la de Veracruz, en la ruina y la fealdad, en la inseguridad cuando los invaden un día sí y otro también?


 


** Ya va siendo hora que la Princesa de cuento que habita el Palacio Municipal, llame a cuentas vía Predial y de la Ley del Municipio Libre, a este puñado de Gigantes egoístas de Veracruz.


** Buen martes, queridos y estimadas: que no los embarquen.


 


DEL DICCIONARIO A LA DIABLA…


EGOÍSTAS.-Muchos jarochos adinerados de la ciudad de Veracruz y su ZM.


CEGATONES.-La mayoría de los Gigantes con Dinero.


MALA LECHE.-La que tienen la mayoría de ricos y añosos de Veracruz y más allá.


 


 


 


 



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