** Fue notable ayer la rápida respuesta del gobierno municipal de Veracruz al mando de la alcaldesa Patricia Lobeira, para enviar a personal de Gobernación y a la Policía Naval, a una casa reportada por vecinos de la Flores Magón como invadida, y que reveló el fenómeno que aquí hemos venido consignando desde hace años: la invasión creciente, exponencial, que modifica, altera y torna inseguro el ambiente de Veracruz no sólo como destino turístico, sino para sus ciudadanos que la habitamos, sostenemos y pagamos Impuestos.
** Personal del ayuntamiento y los elementos Navales, encontraron a una pareja joven en el inmueble sobre la avenida Flores Magón: el hombre y la mujer, ni se inmutaron: mientras los policías los interrogaban, la mujer comía mermelada de un frasco: colchón en el piso, botellas, basura, y lo principal: en una de las habitaciones, se encontraron computadoras y material de aluminio, cables, y objetos diversos que dan cuenta de la realidad: las personas que invaden casas y terrenos no lo hacen en principio por “no tener donde vivir”, como presuponen quienes los defienden en un mal entendido “derecho de tránsito”, sino que están dedicados al “robo hormiga”, a desmantelar casas deshabitadas por mil razones, a robar y a delinquir en todas sus formas.
** Lo destacable aquí es la acción vecinal que logró filmar, en la noche anterior a la intervención municipal, a un sujeto que silbaba frente a esta casa para que le abrieran; se infiere que la pareja no era la única que habitaba a la mala la propiedad: era un refugio para varios que no tienen manera de comprobar residencia en la ciudad de Veracruz ni están empleados en ningún lado. Son lisa y llanamente vagos, malvivientes, que la corrección política nos impone a llamar “personas en situación de calle”.
** En la calle están también claro está: pero los ciudadanos no tienen por qué tolerar ni lidiar solos con la creciente presencia de estas personas venidas desde todos los puntos del país. Ayer, no pudimos confirmar la procedencia de la pareja: pero veracruzanos acaso no lo fueran. Que no dudamos que los haya. Generalmente los invasores dicen que los propietarios “nos dieron permiso…” y desde pandemia, las llamadas a la Marina por personas invadiendo propiedades terminaban en eso: los sacaban, y por la noche se volvían a meter.
VECINOS VIGILANTES Y VECINOS SIN CONCIENCIA O SIN DINERO…
** La acción coordinada entre vecinos de la colonia Flores Magón que ha derivado desde hace ya casi tres años, en una vinculación con la Policía de la SEMAR y con el ayuntamiento, ha logrado conformar “un muro de contención” contra esta delincuencia llamada “menor”, pero no menos nociva, y costosa para los vecinos, porque esa es la que desvalija tuberías de cobre de tanques de gas estacionarios, de aparatos de aire acondicionado, que roba los motores de los “climas”, los cables del tendido eléctrico domiciliario, que desmonta ventanas de aluminio e incluso de herrerías, que carga desarmadores para quitar los números metálicos de las casas, arrancar jardineras, simular que “barren” porque traen escobas, y con ellas destrozan las cámaras de vigilancia de negocios y casas; que duerme en jardinerías y arriates y en fin: que se adueñan de calles, avenidas y callejones durmiendo, comiendo y haciendo sus necesidades fisiológicas a todas horas y la vista de todos.
** La acción vecinal ha logrado contactar a los vecinos cuyas casas y terrenos enmontados o no, están invadidos: y las invariables respuestas son que “ya sabemos”, o que “vivimos solos”, o “no tenemos dinero ahora”; y todas válidas: pero ayer, el ayuntamiento del PAN, por fin puso un plazo a los propietarios del inmueble que fueron a desalojar: tienen 72 horas para sellar la entrada a su propiedad. Incluso el ayuntamiento pondría la mano de obra. Ya es bastante. De inmediato los Vecinos Vigilantes se ofrecieron a cooperar con los materiales: ladrillos, cemento, grava, clavos, madera, candados, lo que sea necesario: porque un sitio cerrado y seguro evita la invasión. Impide que el inmueble se convierta en lo que vieron ayer: una “bodega” de productos robados a los propios vecinos del área.
** Vecinos que vigilan por medio Veracruz ya los había por supuesto, desde hace por lo menos una década, pero a diferencia de los de la colonia Magoniana, una de las más tradicionales del puerto jarocho, por ser de las primeras cercanas al bulevard, y que conserva mayormente su arquitectura Colonial con tintes del Caribe; en esta zona no hay alardes de armamentos: se entiende que en las zonas periféricas de Veracruz un arma al menos una, disuade bastante, porque son las zonas donde la Seguridad no llega con la prontitud que llegó ayer a la avenida Flores Magón, del mismo nombre de la colonia. Aquí el vecindario hace “rondines” con palos de bambú a manera de “bates”, y ya más de un vago ha sentido “los abrazos” como socarronamente les llaman los aguerridos vecinos, cansados de los robos a sus casas.
** Los vecinos creen que lo de ayer es un buen “principio” para que el gobierno municipal de Lobeira, comience a planear cómo enfrentar el fenómeno de la invasión a casas habitación y terrenos por toda la ciudad: porque ya era hora que a los Propietarios omisos o indiferentes, sepan que hay consecuencias para todos sólo por no atender sus propiedades. Y que la falta de dinero no es razón suficiente para justificar el abandono material; que hay opciones y lo mejor es acercarse a la primera autoridad del municipio.
** Es hora de aplicar la misma regla a los dueños del Centro Histórico de la ciudad de Veracruz: peleados con el INAH y con el propio ayuntamiento, pero que permiten los focos de infección en sus propiedades invadidas, y algunas con fugas de agua que esa si no las intenta cobrar GRUPOMASAGUA. Que el llamado de atención se extienda por todo el municipio: hace poco en Lomas de Río Medio 4, vecinos organizados fueron a mostrar a los medios la pocilga en que malvivientes han convertido casas en “obra negra” de la zona.
** Cerrando adecuadamente y protegiendo propiedades, es como se evitará, en buena medida, que la ciudad de Veracruz sea cobijo de vagos de medio país y se descomponga aun más, por las noches: toda la zona del ADO de la ciudad, después de las 10, es un peligro: oscura e invadida por gente que incluso ya tiene como “tiendas de campaña” las aceras alrededor de la central camionera, que ya es obsoleta ahí, porque no tiene estacionamiento para sus Usuarios. Ese es otro tema. Pero los alrededores del Auditorio Benito Juárez responsabilidad del Gobierno de MORENA, son hoy un foco de inseguridad y de insalubridad.
** Esto impacta negativamente al Comercio: y todos los que gobiernan lo saben. Los restaurantes como el del hotel de Díaz Mirón y Tuero Molina, activo y atractivo para los viajeros, Usuarios de la empresa Autobuses Unidos, así se ve todas las mañanas y hasta medio día: pero ya a las 10.30 de la noche, cierra sus puertas debido a que no hay vigilancia ni seguridad en las calles aledañas; lo mismo sucede con el tradicional y popular restaurante de la esquina opuesta: a las 8.30 de la noche, baja su cortina, porque la avenida Díaz Mirón, antes tan bulliciosa e iluminada, está hoy a merced de esta “gente en situación de calle”. El Auditorio Benito Juárez que proveía de luz a los paraderos de los buses a lo largo de la avenida, está hoy apagado y luce abandonado.
** Urge un buen plan de acción municipal y estatal, que reactive el necesario Comercio y ahuyente la inseguridad, proteja a las Mujeres que por necesidad deambulan en la zona –estudiantes y empleadas- y eleve la calidad de vida de los veracruzanos, que se ha perdido y hay forma de regresarla.
** Buen jueves a todos.
DEL DICCIONARIO A LA DIABLA…
CALLES.—Las de Veracruz son hoy una selva de cemento, a la manera de Willie Colón y Héctor Lavoe, donde las alimañas salen a cada paso.
LUCES.-Lo que ahuyenta o inhibe la Inseguridad, eso ya se sabe en México.
CÁMARAS.-Las que tienen que vigilar, conectadas al C5, estas calles porteñas de Dios.