** Ayer, varios auto nombrados “brujos”, salieron aquí en Veracruz a defender la construcción del “templo satánico” en Catemaco, aduciendo que en México hay “libertad de Culto” y que la Iglesia Católica debe “parar” sus críticas.
** Ciertamente en México se goza de muchas libertades que nadie negará en los últimos 30 años, han derivado en libertinajes que a todos nos afectan: porque hay entender que tu Derecho termina donde empieza el Derecho del otro, es algo que muchos todavía no entienden bien a bien.
** A estos señores “brujos”, se les explica que es muy cierto que hay una libertad intrínseca a todo individuo que te permite creer en lo que quieras ( en ovnis, en extra exterrestres y en este caso en el diablo…) pero eso no te da Derecho en este caso, a realizar apología pública del mal: que tu creencia se imponga en un “templo”, para propalar anti valores contrarios a los buenos Valores porque entonces es lisa y llanamente apología del delito: porque no negarán ahora que al diablo, a satán, se le piden favores de su naturaleza, no se le puede pedir “paz” como mentirosamente pregonan.
** Que tus creencias sean “libres” no te permiten propalarlas en “templos”. Y eso lo tiene que definir y pronto la Secretaría de Gobernación a cargo del señor Adán Augusto López, a quienes veracruzanos le han enviado una carta y 25 mil firmas para detener la construcción de dicho templo: así esté en un terreno particular.
** No se puede negar que la descomposición social en México tiene muchos orígenes, pero uno de ellos fue el de tolerar o voltear la cara, a desviaciones de “cultos” que tienen, como trasfondo, defraudar a incautos, o peor: sostener, facilitar y justificar actividades criminales.
** Así pasó en México con el de “la santa muerte”, y otros, como desviaciones de la Santería cubana, y que ya han sido documentados recién y periodísticamente; y cuyos adeptos no son personas que anden bien ni social, ni personalmente. También hay que decirlo: qué persona en su sano Juicio y de buenas intenciones, va a andar poniéndole “altares” a una calavera y pidiéndole “favores”. Lo mismo es para “el diablo”. Cuyos rituales además, incluyen cadáveres de animales y de humanos. Cuidado.
** Hay muchos en México, Veracruz y medio mundo, que “creen” por ejemplo, que la Pederastía, el abuso sexual y de todo tipo, a niños, que incluso son grabados para comerciarlos por redes, y por el que éstos señores que creen que todo lo malo y que degrade a indefensos, “está bien”, ganan muchísimo dinero, y no es pecado ni mucho menos delito: y eso no quiere decir que estén en lo cierto.
** Es delito en nuestro país la pederastía por la vía legal, y por las creencias religiosas Católicas y Cristianas, ya se conoce el pasaje donde Jesús condena a quienes molestan a los niños: “Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar…” (Mateo 9:42)
** ¿Un “templo satánico” en Catemaco, Veracruz es lo que necesitan nuestros niños y niñas? ¿Es eso lo que se les quiere transmitir a los jóvenes, los más influenciables tanto como los niños, en un país convulsionado por la violencia de los cárteles de la droga que prohíjan otros delitos más como la Trata de Mujeres, de Niños, Niñas, la Pornografía, la Prostitución, el Secuestro, la Extorsión e infinidad de delitos más?
** Que no se equivoquen quienes crean que en Veracruz no hay leyes a respetar y se imponen por capricho y vacíos de poder, debido a que los que gobiernan actualmente, andan distraídos en sus pleitos internos. Son 25 mil firmas de solicitantes pidiendo parar un templo a la impunidad, al horror de quienes venden lo malo por bueno.
EL DIABLO ERA HOMICIDA DESDE EL PRINCIPIO…
** René Girard en su ensayo: “Veo a Satán caer como el relámpago” (Lucas 10:18) nos recuerda: “Satán o el Diablo, sucesivamente, es el que fomenta el desorden, el sembrador de escándalos, y el que, en el paroxismo de las crisis por él provocadas, las resuelve de pronto expulsando al desorden. Satán expulsa a Satán por medio de las víctimas inocentes cuya condena siempre logra. Como señor que es del mecanismo victimario, lo es también de todas las culturas humanas que tienen como principio ese asesinato. En última instancia, es el Diablo, o, dicho con otras palabras, el mimetismo malo, el que está en el principio no ya de la cultura cainita sino de todas las culturas humanas…” (pág 121 de 248. Editorial Anagrama, Barcelona, 2002, España).
** Dicen que no hay casualidades en nada de los acontecimientos sociales: la inversión de 4 millones de pesos en un “templo satánico” en un Veracruz golpeado por la crisis económica y la inseguridad criminal, ni es casual ni gratuito. Hay un mar de fondo ahí. Y por eso es importante insistir en oponernos, como Sociedad, a normalizar lo malo, lo terrible, lo violento, simbolizado en satanismos que nos golpean a todos.
** Anoche por ejemplo, en Acayucan, desataron las fuerzas del mal un tiroteo a negocios donde afortunadamente no hubo heridos, dicho oficial, ni muertos.
** Y lo de ayer en la capital del país y que aquí comentamos, sobre la iniciativa “Punto de partida”, recibió innumerables críticas en redes, atacando por el lado de que son “viejos” los que, como Cuauhtémoc Cárdenas y Francisco Labastida, figuran en esta pretensión de encauzar la discusión pública sobre el gobierno de AMLO: olvidando que para empezar, si bien les va a los impulsores del “ya siéntese señor…” llegarán a esa edad todos; por lo demás, hay que centrarnos en las intenciones. Ya las comentaremos aquí.
** Martes queridos y estimadas: que no los embarquen.
DEL DICCIONARIO A LA DIABLA…
SATÁNICOS.-En Estados Unidos aprendieron la lección desde los 90: al darles “permiso” de abrir públicamente un culto demoníaco, pagaron caro la avalancha criminal que trajo: ahora los quieren ilegalizar, pero el semillero está puesto.
ERAN MUCHOS MALOS Y PARIÓ EL DIABLO.-Algo así está a punto de suceder en Catemaco.
EL DIABLO EN LA BOTELLA.- “Tengo todo lo que quiero y me estoy poniendo viejo –respondió el hombre-. Hay una cosa que el diablo de la botella no puede hacer…y es prolongar la vida; y, no sería justo ocultárselo a usted, la botella tiene un inconveniente, porque si un hombre muere antes de venderla, arderá para siempre en el infierno…” (Robert L. Stevenson, Clásicos B, Ediciones B, Argentina, 2016).