** La muerte del cantautor Pablo Milanés ayer, dio la vuelta por todo México y revivió, en generaciones que alcanzan y rebasan por mucho el medio siglo, la total nostalgia por la muerte del que aquí es llamado, junto con Silvio Rodríguez, “integrantes de la nueva trova”; símbolo y bandera de lo que nutrió no sólo el imaginario amoroso de esas generaciones sino, y principalmente, el ideológico político de lo que es “ser revolucionario y de izquierda”.
** Por más que asombre a los cubanos que permanecen a su pesar, en la isla que llaman en Justicia, cárcel; y a los cubanos radicados en México, aquí todavía sí, se le rinde en amplios sectores de clase media acomodada y no tanto, y no se diga entre quienes se consideran “revolucionarios”, “de izquierda”, “progresistas” o, peor: “demócratas”, una devoción a la discografía Milanesca; y los cubanos isleños y del exilio en el norte, no comprenden, lo dicen cuando pueden, que en fiestas privadas, y en cafés “juveniles” mexicanos, lo que “suene” sea “Yolanda” y “Para vivir”.
** Y es que no está de más recordarlo, ahora que Milanés ha partido después de una cruenta batalla por su salud: el radicalismo opinativo no sólo es propiedad caribeña, acá también se practica y mucho, por lo que la muerte de Pablo desata la polémica, en el revisionismo político mexicano de la izquierda aquí.
** Esa izquierda que se asume crítica, y la otra que no falta: la nostálgica; y que a la primera y bastante a la segunda, le da prurito y agruras que el oficialismo de MORENA se apropie de “la nueva trova” cubana; y desde que arrancó oficialmente en el 2018, no haya hecho otra cosa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador que “darle oxígeno” a la represiva junta militar de panzones, y mayoría de seniles secuaces de Raúl Castro, encabezada por Miguel Díaz Canel, al grado de haberlo invitado, por primera vez en la historia de México, a presidir un desfile patriótico.
“MUCHAS VECES TE DIJE QUE ANTES DE HACERLO, HABÍA QUE PENSARLO MUY BIEN…”
** Claro: más de una generación setentera mexicana, autodefinida aquí como “de izquierda”, sufrió el desconcierto Pabliano de las relaciones complicadas.
** Y bien entrado los 80, todavía resonaba en muchos que ya iban entrando a las universidades públicas, frescos e invencibles en la natural juventud, ésta de “Para vivir” que tarareaban sin comprender realmente porque no lo habían vivido, esas uniones a las que le falta “carne y deseo también…”
** Se entiende que el cubano que nació en los 90 en lo que llamaba el Castrismo “el periodo especial”, no comprenda la carga sentimental de una generación local acomodada con Fidel y con sus arengas de “patria y muerte”.
** Pero para el imaginario ideológico mexicano la cosa es distinta. Aquí se vivió con furor “la trova” y la idea “del hombre nuevo” que ofreció la utopía pero a cambio dio la miseria y el horror. Muchos aquí aun la niegan. Y por más increíble que les suene a los cubanos: muchos de los mexicanos que defienden aun “la revolución” enarbolada en “la nueva trova” , jamás han pisado la isla.
** Y los que la han pisado han ido de turistas: a consumir el principal producto de ese engaño internacional que es “la revolución cubana”. Pero no lo admiten. Nunca lo harán. Recuerdo mucho una portada de la revista Proceso que sintetizaba el fenómeno que en los 90, y bien entrada la nueva década, se vivía en México: “Bodas de kermés”, que apenas revelaba lo que aquí se tomaba a “fraude” y que los cubanos y cubanas vivían como la desesperada manera de escapar del absurdo y la injusticia social.
** El revisionismo mexicano de esa idea de “izquierda” empezó su proceso digestivo al arribo de MORENA y de AMLO, y a 4 años de la realidad de quien prometió mucho, entre ello, una utópica “República amorosa”, y lo que entregó a cambio, bueno pues, lo estamos viviendo; obliga a las siempre odiosas pero necesarias comparaciones: por ello es que la resistencia en Cuba no comprende el abrazo gobiernista mexicano a la junta militar que mantiene a más de 1 mil presos políticos por las protestas del 11J.
** La muerte de Pablo Milanés abrirá debates del lado en el que estuvo claro que sí. No por nada la escritora cubana en el exilio, Zoé Valdés, reproduce en su blog, una sentencia: “Murió Pablo Milanés. Su epitafio por él mismo”, y en el que encaja una fotografía de Fidel Castro joven y con boina verde y uniforme militar, y a su lado unos jovencísimos irreconocibles para quienes los conocieron apenas en los 80, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.
** Luego, el Post de la escritora reproduce una entrevista al cantautor. Del cual reproducimos un fragmento:
“P. ¿Por qué alguien que siempre ha hablado abiertamente de política ya no quiere tratar el tema?
R. Me he cansado. Actualmente considero a los políticos lo contrario de lo que es un revolucionario. No me cuesta hablar de Pepe Mujica, de Nelson Mandela…Pero, fuera de ellos, no encuentro nadie al que se le pueda incluir en lo que debería ser un político y es un revolucionario.
P. ¿Tampoco a Fidel Castro?
R. Él fue un hombre, nada más.
P.¿Y usted?
R. Yo soy un revolucionario. No soy otra cosa. Un hombre de izquierdas revolucionario y creo que ya me muero así. Los revolucionarios no cambian. Esa es la esencia. Y cuando un revolucionario se convierte en un político y hace concesiones, se traiciona así mismo. Ya no es revolucionario…”
** Revelador. Acá en México pocos saben que Pablo dio un último concierto en La Habana apenas recién terminó la pandemia Covid: viajó de España donde residía con su esposa española y llenó un estadio que tuvo el control de acceso de la junta militar de Díaz Canel: porque sabían que el autor de “La vida no vale nada”, estaba indignado porque una hija suya había muerto recién, en el agobio de lo que significa la gran mentira de “la potencia médica” en la isla. Y claro que, a pesar de la represión, y en medio de los apagones, Milanés durante el concierto, criticó la farsa Castrista. Sería la última. Al otro día voló de regreso presionado.
** Y es que ya hay forma de contar lo que el oficialismo cubano no quiere. La maravilla masiva del internet, y no se diga la impactante dinámica de las “redes sociales” de hoy, han contribuido a develar la realidad del modelo socialista del “hombre nuevo”, que a más de 60 años mantiene postrada a la Mayor de las Antillas. Ya muy pocos en México, de ese revisionismo histórico desde la idea de la izquierda, se atreven a defender lo indefendible; pero claro, los hay: y más ahora desde los canales oficiales del Morenismo. Cosas veredes.
** Miles hoy, desayunaran nostalgia de juventudes idas. Es comprensible.
** Martes estimados y queridas: hay que quedarse, siempre, con lo bueno de las malas cosas: aunque sea para decirles adiós.
DEL DICCIONARIO A LA DIABLA…
NUEVOS TROVOS.-Los que quedan por México y medio mundo.
TROVADOR DEVERAS.-Quien lo es de su tiempo, a su manera.
FIN DE ÉPOCA.-Destino manifiesto de todas las cosas humanas.