Con sirios en mano y botellas de agua, cientos de católicos se congregaron la noche de este sábado en la Catedral Nuestra Señora de La Asunción, en este puerto, para participar en la Vigilia Pascual.



La celebración del fuego nuevo, la liturgia de la palabra y la liturgia bautismal, son los tres momentos más importantes del Sábado Santo, día en que se recuerda la muerte de Jesús y se preparan los fieles para recibir la Pascua.

En su homilía el Obispo de la Diócesis de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo reflexionó sobre el sacramento bautismal, con el cual nos convertimos en hijos de Dios y al renovar esta noche las promesas y compromisos bautismales, exhortó a los creyentes a no olvidarlos.



Comentó que el `domingo de resurrección es un mensaje de transformación de la vida, porque efectivamente Jesús vence la muerte y resucita a una vida nueva y glorificada, y nos señala que con esto es precisamente con lo que pone sello a toda su obra de redentor`.



`El hecho de su resurrección como lo dice el apóstol Pablo, es el signo que Dios da, de que efectivamente su sacrificio realiza a plenitud lo que ha intentado y deseado Dios padre por medio de su hijo hecho hombre, perdonarnos y darnos una esperanza de vida nueva, glorificada en el reino con Dios`.