VERACRUZ, VER., 2 de octubre, 2021.-En el marco del festejo por los 200 años de existencia de la Marina Armada de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador visitará el Castillo de San Juan de Ulúa, último reducto de la corona de España en México, testigo de innumerables hechos históricos entre ellos ser prisión y luego sede del Gobierno de Benito Juárez; y que actualmente es un museo a cargo del INAH.

El fuerte o fortaleza como también es conocido, ha permanecido cerrado al público desde que se decretó la pandemia del coronavirus, pero no han cesado los trabajos para su conservación, y por su importancia para la historia nacional por los hechos ahí sucedidos durante los casi 5 siglos de existencia, explica el maestro Porfirio Castro Cruz, director del Castillo de San Juan de Ulúa.

_Como Director del fuerte museo, ¿cuál cree que ha sido el reto más grande a sortear tomando en cuenta el cierre de este espacio por la pandemia decretada el año pasado?

_La gestión de recursos, la cual ha sido favorable y ha permitido contar con un nuevo transformador, un hidroneumático y en los siguientes meses la sustitución del Puente Carranza y el del Paso del Castellano, lo que permite contar con un inmueble aún más funcional y con mejor infraestructura para recibir a los visitantes.

_¿Qué es lo que verá el Presidente AMLO en esta visita a San Juan de Ulúa?

_En el INAH estamos muy contentos con su visita, ya que sabemos el aprecio e interés que tiene por el Fuerte de San Juan de Ulúa, monumento histórico en el que encontrará distintos edificios como la Casa del Gobernador con sus salas de exhibición de bienes culturales patrimonio de la nación, los lunetos de Nuestra Señora del Pilar y el de Santa Catarina, el revellín de San José, sus cuatro Baluartes –Santiago, la Soledad, San Pedro y San Crispín-, sus dos torres, entre otros espacios que dan cuenta del gran proyecto arquitectónico militar y comercial que fue San Juan de Ulúa.

_¿Cómo ha sido su relación desde el INAH con la SEMAR, que ahora por decreto en esta administración, quedó a cargo del propio puerto de Veracruz, la APIVER? ¿Hay proyectos conjuntos, apoyo especial?

_Muy positiva y ha tenido un impacto en beneficio de la conservación del inmueble dado el interés del Secretario de Marina, Almirante José Rafael Ojeda Durán, ya que su apoyo ha sido decisivo en las tareas de mantenimiento de distintas áreas de la fortaleza, como es la pintura de la fachada de la Casa del Gobernador, del puesto de guardia de la batería de Guadalupe y de varios detalles ornamentales de la Plaza de Armas; reparación de puentes de madera, de los servicios sanitarios, de iluminación, incluso hicieron un nuevo muelle o embarcadero para sustituir al anterior que ya había concluido su vida útil. Esperamos esta relación permita realizar conjuntamente nuevos proyectos para la salvaguardia y protección del monumento histórico. Incluso, con la APIVER se tiene una relación estrecha porque en distintos momentos como el actual, han apoyado al INAH, en trabajos de mantenimiento y cualificación de algunos espacios del inmueble.

ADORATORIO DE TEZCATLIPOCA…

_¿Puede darnos su balance personalísimo de la importancia de mantener y preservar, para generaciones futuras, un espacio tan bello y espectacular como es San Juan de Ulúa?

_Es necesario mantener vivo el patrimonio, enriquecerlo, trabajar en su revitalización y conservación, divulgarlo para fomentar que las personas tengan acceso a él, que entiendan su importancia y lo valoren, ya que no solo son piedras, es un patrimonio histórico que nos legaron quienes nos precedieron en los siglos anteriores.

El islote de San Juan de Ulúa desde que lo descubrió Juan de Grijalva en 1518, fue un sitio de desembarco. Se le conocía como Tecpan Tlayacac y era el lugar de adoración de Tezcatlipoca, dios guerrero e inventor del fuego. El nombre de San Juan de Ulúa se debe a que el día de desembarco en la isla, en el calendario católico se celebraba a San Juan Bautista, y por el vocablo Culúa.

Es hasta 1537 que por orden del primer virrey de la Nueva España don Antonio de Mendoza, se propone realizar las primeras obras formales de mampostería, en sustitución de unas provisionales, edificando el primer muelle con un pequeño murallón, con el objeto de abrigar a la flota naviera comercial.

PUERTA DE ESPAÑA, BOTÍN DE PIRATAS…

Porfirio Castro, enfatiza: “fue tal la importancia comercial que tenía la Nueva España y el puerto de San Juan de Ulúa para el imperio español, al grado de ser considerada la Puerta de España en América, lo que despertó la codicia e interés de piratas como John Hawkins, Francis Drake y Laurent de Graft “Lorencillo”, padeciendo sus ataques”.
“La construcción de esta gran obra de 48500 m2 de planta rectangular, se llevó más tres siglos en los que pasaron distintos ingenieros militares italianos, alemanes, portugueses y españoles, como Bautista Antonelli, Adrián Boot, Jaime Franck, Félix Prosperi, Agustín López de la Cámara Alta, Manuel de Santisteban, Miguel del Corral, entre otros”.
“En sus inicios la mano de obra utilizada careció de libertad, inicialmente fueron indios traídos a la fuerza desde Tabasco, conjuntamente con los ¨negros de Su Majestad¨, secuestrados de África, quienes gracias a su esfuerzo y en algunos casos a costa de su vida, contribuyeron a la edificación de la fortaleza”.

“Sin duda alguna, San Juan de Ulúa representa la época de la fortificación moderna europea, traída a la Nueva España por el Real Cuerpo de Ingenieros Militares. El diseño y las características constructivas corresponden a un nuevo método generado en Europa a partir del Renacimiento, y debido a la incorporación del cañón y de las armas de fuego en la lucha”.
“Durante su vida activa, San Juan de Ulúa sirvió como puerto, fortaleza y prisión, experimentando sus cambios más importantes a la luz de las guerras. Entre sus hechos históricos se puede mencionar que el 18 de noviembre de 1825 se presenta la capitulación del último reducto español acantonado en el Fuerte. Más tarde en 1838 se vive la invasión francesa, y para 1847 y 1914 las ofensivas por parte de los Estados Unidos. De ahí que la ciudad de Veracruz sea cuatro veces Heroica”.

“En 1853 Benito Juárez estuvo preso en este sitio y cinco años después regresó en libertad para asumir la presidencia de la República e instaurar desde este lugar la Capital de la Reforma”.

“En 1864 llegan a bordo de la Fragata Novara, Maximiliano de Habsburgo y su esposa la princesa Carlota Amalia.
“En 1915 el General Venustiano Carranza, primer jefe del ejército constitucionalista y encargado del poder ejecutivo de la unión, suprime el presidio de San Juan de Ulúa, lo designa para Arsenal de Guerra y Marina, y establece ahí su residencia eventual. En ese mismo año fue declarado monumento histórico”.

“En 1961, el entonces presidente Adolfo López Mateos, cede su custodia al Instituto Nacional de Antropología e Historia para hacer pública la visita al inmueble”.
“San Juan de Ulúa también es rico en tradición oral, sus leyendas más importantes son Chucho el Roto y la Mulata de Córdoba”.

“El Fuerte de San Juan de Ulúa es un referente monumental único en la Historia de México, por lo que en 2019 recibió casi 272 mil visitantes que lo colocaron como uno de los 6 sitios más visitados entre los 162 integrantes de la Red de Museos del INAH. Por lo que nos estamos preparando para pronto volver a recibirlos”.

La visita del presidente se ve también como una oportunidad para la reapertura al público como ya lo han sido otros museos en México.