El llamado "Domingo de Ramos" que abre la Semana Santa para los creyentes católicos se celebró ayer en la mayoría de las parroquias de la zona conurbada que lucieron llenas de feligreses, para cumplir con la tradición de la bendición de las palmas y el simbolismo de la entrada del Mesías a Jerusalén en un ambiente de alegría y esperanza.

Aunque muchos católicos comentaron durante la homilía y afuera de los templos, que cada año, los sacerdotes de las parroquias e iglesias de Veracruz les hacen ver que las "palmas" bendecidas no son "amuletos", "magia" o "protecciones" para las casas y los bienes y personas; y que tales advertencias ahuyentan, mas que atraer, a los feligreses.

Por su parte, quienes mantienen la tradición del "tejido" de las palmas y que son en su mayoría mujeres indígenas nahuas, muchas provenientes del municipio de Ixhuatlancillo vecino a Orizaba, y que se destacan con sus típicas blusas ornamentadas con brillos y "combinaciones" de tejidos a mano de "ganchillo" que sobresalen de sus faldas con refajos, dijeron a EL MERCURIO DE VERACRUZ, que las ventas este año estuvieron "flojas" y tuvieron que reducir los costos: se podían adquirir palmas de 3 hasta 5, 10 y 15 pesos.

Las homilías comenzaron por la mañana en casi todas las parroquias; aunque en algunas como en Catedral, uno de los sacerdotes se negaba a bendecir las palmas porque aseguraba que eso es "simbólico y no se preocupen si no les cae una gota..." y ante el reclamo de la gente procedió a la tradicional Bendición.

El inicio de la Semana Mayor transcurrió sin incidentes.