Las campañas han llegado a su fin (¡gracias a Dios!), y en Veracruz, ninguno de los candidatos a la gubernatura se dignó a revisar y signar el Pacto por la Primera Infancia. Parece ser que el tema de la atención a los niños veracruzanos menores de seis años, la mejora de sus condiciones de vida familiar y social, no tiene para nuestros políticos ninguna relevancia.
Mientras tanto, a nivel federal, la Comisión de Primera Infancia del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), acaba de anunciar recientemente la creación de la Ruta Integral de Atenciones (RIA), un modelo importado de Colombia que con su programa De Cero a Siempre ha logrado mejorar las condiciones vitales de miles de bebés y niños pequeños en ese país.
La RIA es un paquete de servicios universales básicos y diferenciados que busca garantizar la articulación de los esfuerzos gubernamentales, institucionales y del sector privado dirigidos a este estrato de edad y sus familias.
El enfoque de la Ruta es por supuesto el de derechos de las niñas y los niños, buscando lograr su desarrollo integral, y ha creado un catálogo de servicios que promueven la garantía de todos los derechos infantiles de los niños mexicanos de 0 a 6 años de edad, con énfasis en aquellos pequeños que vivan en una condición de vulnerabilidad.
Las atenciones están en un esquema que recorre desde la salud y la nutrición, la educación y los cuidados parentales, la protección infantil y el desarrollo social, y van desde la preconcepción al embarazo, del nacimiento al primer mes de vida, del mes a los tres años, y de los tres a los seis.
La RIA será una herramienta construida por expertos en el tema, tanto nacionales como internacionales, que funcionará como un referente para orientar a las autoridades mexicanas y a los demás actores responsables en la implementación de un sistema integral de protección de las niñas y los niños en México, un gran faro que alumbrará el camino para ordenar las atenciones que los pequeños requieren durante esta importante etapa de la vida.
¿Algún día este faro iluminará las vidas de la infancia veracruzana, sacándola de la actual oscuridad, de la invisibilidad? Esperemos que ya desde el gobierno, este tema adquiera relevancia a los ojos del ingeniero Cuitláhuac.
