En la familia actual y en la escuela se reconoce, y hasta se aplaude, la independencia de los niños, y esto nos lleva a creer que mientras más los hagamos autosuficientes, mejor preparados para la vida estarán. Con esta idea, en ocasiones se adelantan procesos innecesariamente, y con ello, lejos de criar a los niños independientes, se crían adultos inseguros o resentidos por no haber sido atendidos en sus necesidades emocionales, en los primeros años de vida.
Esta es la premisa básica de la crianza con apego, una forma de educar a los niños que no surge hace poco, pero que ciertamente ha tomado fuerza en estos “tiempos difíciles”.
El vínculo entre padres e hijos se estudia desde tiempos atrás como una necesidad biológica y básica en la cual los niños buscan la proximidad, el contacto y el cariño de los adultos.
Hoy, educar bajo los términos de la crianza respetuosa, es precisamente fortalecer esa cercanía y los lazos emocionales.
Es recomendable por ejemplo, la vinculación inmediata entre la madre y el bebé acabando de nacer, a través de la cual se lleva a cabo esa unión piel a piel que fomenta un vínculo temprano.
Para este estilo de crianza, el apego se da a través de ciertas condiciones como por ejemplo, la lactancia prolongada y el colecho, es decir, dormir con los hijos, y también propone que estas dos etapas deben llegar a su fin hasta que el niño esté listo.
Por un lado, sabemos que la lactancia materna es el mejor alimento para el recién nacido, pero también proporciona consuelo y un contacto único entre la madre y el hijo.
Por el otro, está el dormir con el bebé en la misma cama y así evitarles la angustia que experimentan los niños por la noche. Sin duda habrá quienes opinen lo contrario. Yo misma, confieso que fui siempre partidaria de que mis hijos tuvieran su propia cama y su propio cuarto desde muy pequeños. Hoy, con mucha más experiencia y conocimientos de desarrollo infantil, tengo claro que no se debe dejar llorar a los bebés, que es necesario reconfortarlos cada vez que lo necesiten.
Para este estilo de crianza, la maternidad requiere de la mayor inversión física y emocional, y por eso es muy criticada pues hay quienes consideran que esta teoría sobre la dedicación absoluta a los hijos es un retroceso extenuante, que no da opciones a los papás.
Otros preceptos de la crianza con apego son el porteo, es decir, se promueve llevar a los bebés en brazos el mayor tiempos posible, pues así los niños es sienten más protegidos. En la crianza con apego también se manifiesta la importancia de confiar en que el llanto del bebé es la única manera que éste tiene de comunicarse, que no lo usa para manipular.
Esta forma de educar a los niños sostiene también que, a pesar de que las rutinas son importantes para ellos, no debemos olvidar que las necesidades del bebé deben estar por encima de los horarios y los deseos de los adultos.
Yo realmente pienso que no hay ninguna teoría de crianza mejor que otra, y que en esto de criar a nuestros hijos no hay reglas específicas… Cada quien puede elegir el método que mejor le parezca, siempre que éste parta del sentido común y se centre en construir una relación equilibrada, sana y plena de amor entre padres e hijos.
