Desde el año 2014, la Secretaría de Educación Pública ha considerado la inclusión del nivel de educación inicial dentro del Programa de Fortalecimiento de la Calidad en la Educación Básica, en la búsqueda de generar mejores condiciones para las niñas, los niños y sus familias en los primeros años de vida, garantizando su derecho a una educación de calidad.
Ya desde el 2012, con la oficialización del Modelo de Atención con Enfoque Integral, en el país hemos sido testigos del impulso de un conjunto de acciones intersectoriales y articuladas en la búsqueda de promover el desarrollo integral de los niños y niñas menores de cuatro años desde un enfoque de derechos, reconociendo precisamente a la educación inicial como un derecho impostergable.
Con esta nueva mirada, se busca que los niños y las niñas disfruten de experiencias de juego, arte, literatura y exploración del medio, que se constituyen en las actividades protagónicas del quehacer de un Centro de Desarrollo Infantil, junto con las actividades asistenciales de cuidado, salud y alimentación, dado que potencian el desarrollo integral de los pequeños desde las interacciones y las relaciones afectivas que establecen en la cotidianidad.
El año pasado tuvimos la oportunidad de llevar a cabo el Primer Congreso Estatal de Educación Inicial, en donde trabajamos con algunos de los elementos que la currícula nos propone para el trabajo con los niños pequeños: la música, las artes plásticas, la literatura, y en esta ocasión, ayer abrimos los trabajos de un Segundo Congreso, con la participación de talleristas muy preparados en estos temas como la poeta María Baranda y el “niñólogo” Emilio Lomé.
Así, hemos estado trabajando desde ayer y hasta el sábado con el juego, que es un reflejo de la cultura con el que las niñas y los niños representan las construcciones y desarrollos de sus vidas y contextos; con la literatura, que no es más que el arte de jugar con las palabras escritas y la tradición oral; y con el arte, que tiene que ver con esos otros lenguajes que trascienden la palabra para abordar la expresión plástica y visual, la música, la expresión corporal y el juego dramático.
En esta ocasión, estoy participando como facilitadora de un taller titulado “la narrativa oral para bebés y niños pequeños”, y tendré la feliz oportunidad de compartir y aprender junto a 240 participantes provenientes de todos los Centros de Desarrollo infantil (CENDI) de la entidad.
La intención fundamental de este encuentro es inspirar a todos los agentes educativos de educación inicial en Veracruz para que hagan de la educación inicial un escenario en el que las niñas y los niños jueguen, den rienda suelta a su imaginación y capacidad creativa, exploren, sueñen y se expresen con diferentes lenguajes; en otras palabras, que los CENDI sean un ámbito donde a los niños se les permita vivir, felizmente, su primera infancia.
Pero este trabajo ( que durará dos dìas y medio), me obliga a hacer un receso en la entrega de mi colaboración, por lo que aprovecho para anunciar a mis pacientes lectores mercuriales que estaré nuevamente de regreso el próximo lunes.
