Este fin de semana, el domingo, estaremos celebrando el Día del Abuelo en todo el país. Con esta conmemoración se abre la oportunidad para que todas las familias le reconozcan a los mayores el lugar que se merecen en la familia, recordando que son la semilla o raíz de las ramas vivas del árbol genealógico, y que su apoyo y experiencia es clave para que éste siga dando frutos sanos.
En estos “tiempos difíciles” además, son muchos los abuelos que están aceptando la responsabilidad de criar a sus nietos cuando los propios padres no pueden o no quieren hacerlo. Según el Censo 2000 en Estados Unidos, más de 2.4 millones de abuelos estaban criando a sus nietos. En el Censo 2010 del INEGI en nuestro país, la cifra es significativamente mayor (15.7 millones de abuelos).
Los abuelos pueden convertirse en catalizadores de los conflictos entre padres e hijos, o los problemas de crianza de los bebés, pues suelen ser cómplices de los pequeños, compañeros de juegos y son más flexibles que los padres frente a conflictos cotidianos de la crianza.
En una situación normal, los abuelos no pueden sustituir a los padres, que son los verdaderos responsables de la educación y la salud de sus hijos. Padres y abuelos son complementarios, los primeros aportan normas, disciplina, trabajo y límites; los segundos, ternura, tolerancia y tiempo; ambos son necesarios.
El vínculo emocional construido con los nietos puede llegar a ser, si los abuelos se esfuerzan, significativamente profundo. Y el esfuerzo al que me refiero no es tan cargoso. Consiste en cosas como disfrutar de los nietos, divertirse con ellos, acompañarlos, participar de sus logros.
Al hablar con ellos, llamar su atención con personajes interesantes o anécdotas curiosas, y sobre todo, evitar las quejas y hablar de problemas de salud.
Y algo muy importante… No desacreditar o desautorizar las reglas de los papás, y si se tiene algo que comentar sobre la crianza del nieto o nieta, no hacerlo enfrente de los pequeños.
Así que …¡Feliz Día de los Abuelos para todos los que tienen la dicha de serlo!
