20.Agosto.2016
OMRAM
Por
DENUNCIAN A YUNES LINARES POR AGRESIÓN
Columnas anteriores
11.Septiembre.2018



Su nombre completo es Omram Daqneesh, y es un pequeño niño árabe de sólo cinco años, sobreviviente junto con toda su familia (tres hermanos y ambos padres) de un bombardeo del régimen de Asad sobre un barrio de la ciudad de Aleppo, en Siria. La imagen de su carita con la mirada perdida, llena de polvo y sangre, ha venido a sustituir a la del pequeño Aylan, el niño de tres años ahogado en la playa turca, como la imagen emblemática de este conflicto bélico que, igual que Omram, tiene ya cinco años.

La foto se ha vuelto, como hoy se dice, viral; al igual que la foto del pequeño Aylan, por un breve tiempo conmovió al mundo y se pensó que podría cambiar la percepción de la gente sobre el problema de los refugiados y los solicitantes de asilo, que de alguna manera serviría la muerte de este pequeñito para humanizarnos sobre esta tragedia y propiciar que los países ricos enviaran misiones humanitarias de rescate para evitar los naufragios en el Egeo y el Mediterráneo.

Pero tristemente, nada pasó. Por el contrario, las fronteras de los países se cerraron, y siguieron muriendo más y más niños en esta guerra absurda.

Es muy dolorosa la deshumanización que estamos experimentando como especie en estos “tiempos difíciles”. Creamos íconos, hashtags, videos o fotografías virales que almacenan miles de “likes” o comentarios, pero con la misma rapidez con la que los creamos, los olvidamos.

Por ejemplo: Alguien sabe cuál fue la suerte de las chicas nigerianas secuestradas por el terrorista Boko Haram? ¿Sirvió de algo que Michel Obama posara con el cartelito? ¿Detuvo la masacre de niños en Uganda el video producido por artistas hollywoodenses sobre los crímenes de lesa humanidad de Joseph Kony, que enrola niños de siete años a los que obliga a matar a sus propios padres como rito de iniciación en las milicias terroristas?

Han muerto aproximadamente 470.000 personas en la guerra de Siria desde que la revolución para derrocar a Asad fracasara en 2011, con un altísimo porcentaje de niños. Niños como Omran.

Más de un millón de niños han muerto en los últimos diez años como resultado de guerras comenzadas por adultos, en todo el orbe, bien por ser objetivos civiles o muertos en combate como niños soldados. El número de niños heridos o discapacitados es tres veces mayor, es decir, se habla de tres millones de niños y niñas sufriendo enfermedades, malnutrición, violencia sexual y viviendo en medio de duras dificultades y penurias.

Un incontable número niños ha sido enfrentado a la angustia de la pérdida de sus padres, sus hogares, sus pertenencias. En tales condiciones, todas las constantes necesarias para el desarrollo de los niños son seriamente coartadas y los daños psicológicos de los conflictos armados son incalculables.

Algo tiene que hacerse al respecto, no es posible que los países del mundo se reúnan para resolver los problemas del mercado y la economía internacional, pero no se tomen medidas conjuntas para detener las guerras o ayudar a las víctimas de los conflictos bélicos.

Por lo pronto, Omran Daqneesh y sus hermanos siguen sin estar a salvo, por mucho que en este lado del mundo su imagen se haga "viral" y escribamos en nuestras cuentas de Facebook "nunca más".

¡Hasta mañana!


  QUIÉNES SOMOS  
© Toda la información de este Portal Informativo está protegida por la Ley de Derechos de Autor Los medios que deseen reproducirla pueden contratar.