El próximo lunes de nuevo entrarán los niños a la escuela. En muchos hogares los padres deben estar contando las horas, porque si bien las vacaciones son un tiempo gozoso, también se elevan los gastos y las exigencias a las que nos sometemos los adultos, principalmente las mamás.
Pero en esta semana previa al regreso, estamos a tiempo en la familia de apoyar a nuestros hijos e hijas a transitar por el cambio que significa dejar un grado y promover a otro, cambiar de un nivel a otro (de preescolar a primaria, de primaria a secundaria) o todavía más fuerte, ingresar a la escuela por primera vez, pues todos estos cambios normalmente causan ansiedad y stress en los pequeños.
Es normal que la mayoría de los chicos se sientan un poco angustiados, pues los cambios generan expectativas, dudas, y el medio al que se enfrentarán es, en algunos casos, misterioso y desconocido.
Y es que para ellos puede ser intimidante entrar a otro colegio, donde pasarán más tiempo lejos de casa, con nuevos maestros y compañeros y además tendrán más demandas académicas.
Los papás pueden hacer mucho para que esta transición fluya con naturalidad, sin grandes preocupaciones. La paciencia y la comprensión en grandes dosis, siempre ayudan.
También podemos impulsar ciertas estrategias, para los más pequeños que entran por primera vez a la escuela, como llevarlos antes de que empiecen las clases para que se vayan familiarizando con el lugar, y hablar mucho sobre los cambios que traerá esta nueva etapa.
Y por supuesto, en esta semana previa al regreso a clases, otra estrategia que seguramente ayudará a irnos preparando para el regreso a clases, es la de retomar ciertas rutinas, de horarios de sueño y comida por ejemplo, porque les hace bien estar en un ambiente más predecible.
Cuando los niños tienen estructura y rutinas bien establecidas tienen más confianza en sí mismos para manejar las situaciones. Esto les ayuda a los papás porque la confianza que sientan en ellos mismos va repercutir en como sientan que podrán llegar a manejar este cambio.
También podemos hacer otras cosas para involucrar a los niños en el proceso, con actividades como escoger la mochila y los útiles escolares, o hacerle un regalo significativo el primer día de clases, como un juguete sencillo o los lápices para colorear que tanto le gustan, de forma tal que logremos que haga una conexión mental sobre la situación nueva y algo que a él le gusta.
En fin, tenemos todavía esta última semana para ir preparando el regreso a la escuela…Hagamos lo que esté a nuestro alcance para que el cambio sea un proceso paulatino y agradable, y no una experiencia abrupta y traumatizante.
