Por muchísimos años, en Veracruz todos los asuntos relativos a asuntos de familia se llevaron y juzgaron en tribunales civiles. Ha sido muy reciente la creación de salas de los familiar de Primera Instancia, y aún se consideran insuficientes en número. Todavía hay quienes defienden que el derecho familiar debiera ser considerado en lo legislativo, como una rama del derecho civil. Pero hay un consenso de que en lo judicial, para efectos de lograr una impartición eficaz de la justicia, los casos de la materia familiar deben atenderse por órganos especializados en la materia.
Así, la especialización ha ido convirtiéndose en una exigencia, y hoy se afirla que no es suficiente que existan órganos que se dediquen exclusivamente a los asuntos de familia, sino que se requiere de una adecuada capacitación y especialización para poder atender y solventar controversias de este tipo, pues requieren de una sensible atención a las circunstancias del caso que valore la situación particular que sufre cada familia, y particularmente, los niños involucrados.
Es decir, no basta con crear los organismos jurisdiccionales; es preciso que éstos cuenten con todos los elementos necesarios para salvaguardar el interés superior de los niños y atender esta delicadísima materia de lo familiar. De nada servirá contar con las leyes y garantías judiciales si los operadores del proceso ( magistrados, jueces, secretarios, actuarios de los juzgados) no cuentan con la capacitación suficiente.
Tal vez la opción sería promover la formación de equipos interdisciplinarios en los juzgados de familia, toda vez que no le podemos exigir a una sola persona, el juez en este caso, que además de ser jurista sea sicólogo, médico, pedagogo y trabajador social.
Pero sí podrían contar los juzgadores con estos equipos de especialistas que les permitan conocer las valoraciones necesarias para dictar la mejor solución jurídica en cada situación de lo familiar.
Recientemente, a mediados del mes pasado, en medio de una gran controversia, se aprobó en la legislatura local la creación de una sala de los familiar en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, con tres nuevos magistrados, lo que generó mucha controversia con el argumento de que se aumentaría la burocracia estatal.
Pero si consideramos que más del 40 por ciento de los casos dirimidos en los juzgados de primera instancia civiles corresponde a la materia de lo familiar, y lo delicado de los asuntos que se atienden ( todo lo que tiene que ver con la integración, constitución y disolución de los núcleos familiares, ni más ni menos), me parece un acierto la integración de esta sala especializada de Segunda Instancia.
Ahora, sólo nos resta esperar que la especialización de la misma sea una realidad y no se quede en la mera enunciación, para que realmente se mejore la protección de los derechos de los miembros de las familias veracruzanas, y puedan obtener justicia de manera pronta y expedita.
