Este fin de semana, en muchas familias se celebró el Día del Padre. Aunque menos festejado que el de las mamás, este día es también una ocasión para estar juntos como familia y compartir tiempo, historias y espacios. No importa el pretexto, creo que lo importante es el tiempo compartido, especialmente porque es en estos eventos en que forjamos e identificamos los valores que nos unen como familia.
Particularmente importantes para la configuración de la personalidad de los más pequeños de la familia me parecen todos los valores que inician con la palabra auto: autoconfianza, autoestima, autovaloración, autorregulación; palabras sumamente complicadas de entender, pero que tienen un enorme peso en el desarrollo de capacidades de cualquier ser humano.
La creencia interna de la existencia y peso en nuestras propias capacidades surge de esos elementos tan complejos con los cuales se constituye la personalidad de cada uno, y esta creencia interna o valor personal, se sostiene en los valores que se establecen en cada familia, de manera implícita o explícita. Esos valores marcan la ruta de desarrollo de la autoconfianza, la autoestima y la autovaloración que cada ser humano tiene y que se asume en los primeros años de la vida.
Como seres humanos, necesitamos tener un valor personal, pues cada vez más las personas nos enfrentamos a desafíos mayores. En estos “tiempos difíciles”, una de las principales tareas que tenemos como padres y como familia es el desarrollo de valores, que conduzcan al acrisolamiento de una sana autoestima en nuestros hijos.
Los valores familiares entre los miembros de una familia establecen relaciones personales que entrañan afinidad de sentimientos, de afectos e intereses que se basan en el respeto mutuo.
Las relaciones personales y la estabilidad familiar son los fundamentos de la libertad y de la seguridad en el seno de la sociedad. Es por esto que en la familia se gesta e inicia la vida social.
Tengamos siempre presente que es en la familia donde se enseñan los primeros valores; valores que serán sustento para la vida en sociedad y a lo largo de la vida de las persona.
