14.Junio.2016
NO HAY VIOLENCIA PEQUEÑA
Por
DENUNCIAN A YUNES LINARES POR AGRESIÓN
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11.Septiembre.2018



De acuerdo con denuncias de organizaciones no gubernamentales, en lo que va del presente año, de Enero a la fecha, han ocurrido más de 50 asesinatos de mujeres en el estado de Veracruz.

Y si nos remontamos a estadísticas de tiempos atrás, en los últimos 16 años han sido más de mil mujeres asesinadas, muchas de ellas a manos de sus parejas o exparejas.

Nuestro país es considerado uno de los países más peligrosos para las mujeres, e incluso la ONU ha advertido sobre la impunidad, ya que sólo uno de cada 5 casos de violación sexual se consigna y cerca de 6 mujeres son asesinadas al día por motivos de género.

Además de los feminicidios, tenemos también el problema de las desapariciones. Algunas estadísticas hablan de que en lo que va del año, 107 niñas y mujeres fueron víctimas de desaparición y se registraron 283 casos distintos de violencia destacando la física y sexual.

Y lo más lamentable ha sido que, a pesar de estas cifras, el gobierno del estado sigue retrasando la implementación de la alerta de género.

Yo pienso que la medida es necesaria, pero la verdadera solución está en empezar, desde la educación familiar, a “desnormalizar” la violencia.

Ninguna violencia es pequeña…ni debe de ser ignorada, o minimizada.

Así, creo que sería importante que, por ejemplo, enseñáramos a nuestros hijos e hijas que los piropos en la calle, en boca de desconocidos, y sobre todo si tienen alguna connotación sexual, son violencia verbal.

Que también es violencia que a las mujeres nos “apachurren” en un camión o en el metro, sin respetar un mínimo espacio corporal; que se juzgue si las faldas que usamos son demasiado cortas o largas, o si nos maquillamos mucho, si nos depilamos o no…

Violencia es que las mujeres cobremos menos dinero por hacer el mismo trabajo que un hombre, que se nos discrimine por el hecho de ser madres, que durante el embarazo y el parto de nuestros hijos no nos mantengan puntualmente informadas de todos los sucesos y procedimientos, tomando en cuenta nuestra opinión para la toma de decisiones.

Es violento incluso el concepto romántico del amor, de “sin ti no soy nada”, porque de él puede derivar un “la maté porque era mía y sólo mía”.

Es violencia revisar el teléfono de tu pareja, no querer que se ponga ese vestido que le sienta tan bien por si la miran los otros, no querer que vea a sus amigas.

Es violencia la hipersexualización de las niñas, los bikinis con relleno para niñitas de doce años, pero también lo es no comprarle a tu hijo varón un juguete o una prenda de ropa que desea mucho porque “eso es de niñas”.

Vivimos rodeados de patrones y comportamientos machistas y violentos, tan normalizados, que ni los vemos.

Las “violencias pequeñas” allanan el camino para minar la autoestima de las mujeres y acabar permitiendo las grandes violencias, las que se ven y todos reconocemos.

De verdad queremos acabar con la violencia? Hagamos un examen de conciencia y empecemos en nuestra propia familia, sin permitir que pase o se ejerza ni siquiera la “pequeña” violencia.

¡Hasta mañana!


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