Trabajadores del Hospital Regional de Alta Especialidad de Veracruz han expresado su profunda molestia ante la gestión deficiente del jefe de recursos humanos, Carlos Hernández Tress, y la administradora, Marcela Yáñez Tapia, en medio de la transición hacia el programa IMSS-Bienestar.
La falta de información clara y precisa sobre el proceso de transición ha generado incertidumbre entre el personal, quienes reciben respuestas evasivas cuando buscan orientación. “No sé, son órdenes de Xalapa”, es la respuesta recurrente de Hernández Tress, lo que aumenta la frustración de los empleados.
La situación no mejora con la administración de Marcela Yáñez Tapia, quien, lejos de resolver los problemas internos del hospital, se dedica a justificar gastos sin abordar las urgentes necesidades del centro de salud. Las instalaciones del hospital se encuentran en un estado de deterioro avanzado, y la falta de infraestructura adecuada agrava la situación. Un ejemplo alarmante es la escasez de camas para internar a los pacientes, un problema crítico que afecta la atención médica en la región.
*Falta de Personal y Trato Preferencial*
Uno de los puntos más críticos denunciados por el personal es el manejo discrecional de los contratos laborales. Yáñez Tapia ha sido señalada por contratar a personas de su círculo cercano para puestos innecesarios, mientras que las áreas que requieren personal capacitado siguen desatendidas. Lo más grave es que este personal externo recibe contratos con sueldos superiores a los de trabajadores de base, generando un ambiente de desigualdad y malestar.
Los trabajadores con antigüedad, que deberían ser valorados por su experiencia y conocimiento, son sometidos a un maltrato sistemático. La administradora, el director Hugo Reyes Devesa y el jefe de recursos humanos parecen estar más enfocados en hostigar y exigir resultados sin proporcionar las condiciones mínimas para el adecuado desempeño de las funciones. Esto, además, repercute en los pacientes, quienes sufren las consecuencias de una administración que no responde a sus necesidades más básicas.
*Crisis en los Servicios Hospitalarios*
A la falta de infraestructura se suma una grave crisis en los servicios básicos del hospital. La Secretaría de Salud de Veracruz mantiene una deuda de más de 18 millones de pesos con la empresa de lavandería hospitalaria Lavartex. Esta situación ha llevado a una alarmante escasez de ropa limpia para los pacientes, una deficiencia que impacta directamente en la higiene y la atención sanitaria del hospital. La falta de respuesta por parte de las autoridades responsables solo agrava un entorno ya caótico.
*Llamado a las Autoridades*
Ante este panorama, los trabajadores del Hospital de Alta Especialidad han alzado la voz, pidiendo a la gobernadora electa Rocío Nahle García que intervenga de manera urgente. La situación en el hospital es insostenible y afecta tanto a los trabajadores como a los pacientes. Los empleados exigen que se tomen medidas inmediatas para mejorar las condiciones laborales, resolver los problemas de infraestructura y garantizar un servicio digno para la población veracruzana.
El deterioro en el sistema de salud pública en Veracruz es un reflejo de una administración que, lejos de atender las necesidades reales, parece estar más interesada en mantener el status quo y proteger intereses personales. Mientras tanto, los trabajadores y los pacientes son quienes sufren las consecuencias de esta indiferencia institucional.