La única manera de transformar realmente la realidad nacional es a partir de asegurar el ejercicio de los derechos a la salud, la educación y a una vida plena y feliz a todas las niñas y los niños. Pero hay una corresponsabilidad entre el Estado, las familias y la sociedad para garantizar el bienestar de los más pequeños.


Corren ya las últimas dos semanas para que se terminen las campañas electorales. De acuerdo con los expertos en marketing político son tal vez los tiempos clave para que los aspirantes a algún puesto de elección popular vean concretados o no sus esfuerzos en la jornada del 6 de Junio.

Pero hay un sector de la población al que los candidatos no están visibilizando: el de las niñas y los niños menores de seis años.

Alguien dirá que los niños no votan…pero sus familias sí. Y es innegable que para muchos padres de familia aquellos candidatos que hagan público un compromiso con el desarrollo integral de las niñas y los niños tendrán un atractivo electoral adicional.

Así, corresponde al electorado demandar a sus candidatas y candidatos propuestas concretas destinadas al desarrollo integral de la niñez y, una vez que lleguen a los cargos que persiguen, vigilar que estas propuestas se hagan realidad.

Y, a su vez, es responsabilidad de los candidatos proponer metas viables que sustentadas en el enfoque de derechos, pongan un piso parejo para que todas las niñas y los niños mexicanos, por el sólo hecho de serlo, tengan igualdad de oportunidades para desarrollar plenamente todo su potencial.

En esto consiste el llamado que en esta elección realiza el Pacto por la Primera Infancia, una iniciativa ciudadana integrada por más de 450 organizaciones empresariales, académicas, gubernamentales y de la sociedad civil.

Se pide la adhesión pública y comprometida de todos los aspirantes a los 21,368 cargos de elección popular que están en juego en las 32 entidades, a diez metas precisas, medibles, viables y con indicadores de evaluación que nos permitirán ir observando de manera palpable los avances que se vayan teniendo en la mejoría de las condiciones de vida de los 13 millones de niñas y niños menores de 6 años que tenemos en el país.

Lanzamos entonces el llamado a todas las candidatas y candidatos de Veracruz a las alcaldías y a las diputaciones locales y federales para que integren las metas del Pacto por la Primera Infancia en sus ofertas al electorado.

Los niños de hoy serán los líderes, los empresarios, los trabajadores, los científicos, los profesionistas, los padres de familia del mañana, y tendrán en sus manos sus destinos y los nuestros.

No perdamos de vista que el desarrollo sostenible de nuestra entidad dependerá del trato y la relevancia en la agenda pública que le otorguemos a la infancia, de las oportunidades que les ofrezcamos ahora para desarrollar plenamente toda sus capacidades y potencial.

Por eso, candidatas y candidatos veracruzanos, ¡firmen el Pacto por la Primera Infancia!