A unas semanas de iniciar los festejos decembrinos la oferta y demanda de productos cárnicos aumenta, vemos que se oferta a precio muy bajo carne de res, cerdo, aves, y todas congeladas.
No es que sea carne de mala calidad, que no sea competitiva con la del mercado, estas se recolectan en temporadas de cierta abundancia o cuando el precio en pie es bajo, se congelan, guardan, y en determinadas fechas que salen a la venta.
Los productos cárnicos se someten a procesos de congelación muy rápidos, de aquí que es importante distinguir entre un producto congelado, en este proceso el producto se somete a temperaturas muy bajas de forma rápida.
El otro proceso, la ultra congelación. El producto fresco se congela, mucho más rápido y potente de lo normal, con temperaturas que pueden llegar hasta los -40C°, en un máximo de 2 horas, como ocurre con la pesca, además este proceso impide el crecimiento microbiano y la perdida de nutrientes.
Debes saber que algunas ocasiones la carne congelada contiene otros ingredientes, como agua, sal, aditivos, estos mejoran las propiedades organolépticas, y rendimiento económico, si es el caso la carne debe llevar una etiqueta que diga preparado de carne congelada, así como la mención de los productos utilizados.
Los productos congelados también tienen fecha de caducidad, no pensemos que al estar congelados serán viables eternamente, pues las vitaminas se degradan y pierden y la grasa se torna rancia. Lo más recomendable es anotar la fecha de congelación, y evitar que pasen de 6 meses, claro también hay que tomar en cuenta el tipo de congelador que tengamos.
El problema de consumir carnes casi exclusivamente congelados es la carencia de vitaminas, todos los alimentos carnes y verduras al descongelarse pierden gran parte de su valor nutritivo. En las carnes se pierde hasta un 10% de proteína y con ello el valor.
Aquí nos detenemos un momento:
Es válido alimentar a nuestra mascota con este tipo de carne. Siempre y cuando este acostumbrado de lo contario puede enfermar.
Las náuseas, los vómitos, diarrea, pérdida del apetito y la pérdida de peso pueden ser signos de una enfermedad infecciosa o de una enfermedad transmitida por los alimentos. Si los síntomas no se alivian en uno o dos días, llévalo al veterinario.
las posibilidades de que un perro se enferme a causa de tales bacterias que pueda contener son muy escasas, porque la congelación mata estas bacterias.
El detalle seria está perdida del 10% de la proteína, sin embargo, el médico veterinario nos puede dar un suplemento adicional para recuperar este.
Evitemos saturar nuestro refrigerador o congelador, renovemos los alimentos démosle una rotación constante con nuevos productos, para que tengamos límites de tiempo breves pero seguros, preservando la calidad de lo que consumimos congelado.
Considera los siguientes tiempos.
Dependiendo del tipo de alimento, y lo usado para su elaboración el tiempo máximo permitido para su congelación variara.
*Platillos preparados con cerdo, jamón, pescados graso, clara de huevo, carne molida, harinas de trigo, de uno a dos meses.
*Platillos a base de carnes rojas (menos cerdo) aves pescados, frutas y verduras de 6 a 8 meses.
*Estofados, productos de panadería, salsas envasadas al vacío, postres de frutas, hasta un año.
Los alimentos ya elaborados y descongelados si se guardan por más de un día, deben eliminarse porque la pérdida del valor nutritivo es muy alta, aunque mantenga la textura y sabor.
Por eso es importante que combines alimentos frescos con los congelados para equilibrar el nivel proteico y de vitaminas.
Nada que unas vitaminas y un suplemento, no puedan compensar.
Por una vida animal digna.
MVZ, Amílcar J. Meza Rdguez.
Facebook @ el arca Wamerú.