06.Febrero.2023
DAKTARI JAROCHO
PLEITO ENTRE PERROS Y GATOS: MITO O REALIDAD.
Por MVZ AMÍLCAR MEZA
MVZ AMÍLCAR MEZA
Amílcar Meza Rodríguez es jarocho y Médico Veterinario Zootecnista, egresado de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Veracruzana. Titulado y con cédula profesional. Con registro ante SAGARPA, Clave: ver-0316-jun-15.

Rescatista y protector de animales. Con amplia experiencia y formación continua en clínica de pequeñas y grandes especies animales, domésticos y silvestres. Especialista en Peritaje sobre maltrato animal, aplicado en operativos.

También en Dermatología canina y felina. En Diagnóstico y tratamiento de las principales enfermedades articulares en pequeñas especies. Resolución de fracturas de fémur en perros y gatos. La Certificación ante SAGARPA fue para Capacitación de médicos veterinarios, para establecimientos comerciales, Clínicas, y hospitales veterinarios.

Entre sus publicaciones especializadas está el Reporte de casos de maltrato animal observados en clínica privada durante 10 años; presentado a la UV. Ha sido Jefe del área médica del Centro de Salud Animal de la ciudad de Veracruz, y encargado de proyectos productivos de la Subdirección de Desarrollo Sustentable.

En el CSA, ofreció consultas, cirugías en general, campañas de esterilización y vacunación masiva en colonias, en colaboración con el departamento de zoonosis de la Jurisdicción número 8.

Con la colaboración de la fundación Donkey Sanctuary, realizó el Diagnóstico, tratamiento y censo de la tracción a sangre en el municipio de Veracruz. Y la atención y seguimiento de los reportes de maltrato animal en pequeñas, grandes especies y animales silvestres.

Actualmente, es miembro activo de APASDEM. Asociaciones protectoras de animales de México. Presidente de la asociación de rescate y cuidado animal: EL ARCA Wameru. Y Vicepresidente de la asociación estatal de médicos Veterinarios Zootecnistas en fauna doméstica y silvestre. A.C. MVZ. FADYS.

Amílcar fue por varios años, el autor constante de la "Columna Invitada" de estas páginas Mercuriales. Los lectores estarán de acuerdo que se ha ganado, a pulso, ya no ser invitado: sino de la Casa. Bienvenida la nueva época de nuestro daktari (en suajili doctor, sí: de la mítica serie norteamericana de los 70...).

Esta columna aparece, dominicalmente a veces, también en NOTIVER. Que sean muchos años más...
DENUNCIAN A YUNES LINARES POR AGRESIÓN
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DAKTARI JAROCHO
29.Abril.2024



 


Perros y gatos son semejantes en muchos aspectos, y ciertamente diferentes en otros tantos, por lo que la relación no siempre será buena. Los caninos son gregarios, viven en grupos o manadas, y los gatos son más independientes, aunque pueden formar ocasionalmente manadas.


 


Por naturaleza se comunican de forma diferente entre sus congéneres, y resulta generalmente ser un lenguaje corporal claro, y si en ocasiones esa comunicación de perro a perros o de gato a grato se complica, pues imaginemos de gato a perro y viceversa. Porque el lenguaje corporal no se recibió de la misma manera; generando desconfianza y uno o ambos estarán alerta.


 


Ambas especies son territoriales, dado que el perro es un depredador natural y que cazara presas que se muevan o sean más pequeñas; pudiendo ocasionar miedo en el gato, y en este, el instinto de supervivencia le ordenara huir, e inicia la persecución.


 


El perro entra en el espacio del gato y su instinto es oler, para poder identificar, pero esta acción al gato le puede parecer invasiva y ponerse alerta incluso a la defensiva, y darle zarpazos que podrían lastimar al perro.


 


Pero esta parte es digamos “natural “está impreso en su código genético, aunque la domesticación los ha llevado a coexistir no se puede reprimir al 100% el instinto milenario. Muy diferente a cuando estamos detrás de estas acciones instigando al ataque, y generando la disociación de las especies.


El gato huye del ataque, de una amenaza de tamaño más grande.


Si el perro mueve la cola entendemos que está contento, y transmite un saludo.


A diferencia del gato que si mueve la cola ¡cuidado!  Se siente amenazado, está nervioso y de manera rápida puede Pasar al ataque.


Otro ejemplo:


Si el perro levanta la pata es porque quiere jugar, si lo hace el gato es una advertencia de; no te acerques y déjame en paz.


Dado esto, entendamos que tienen diferente forma de comunicarse entre la especie de cada uno y hacia otras especies, la convivencia puede generar un lenguaje corporal asertivo entre ellos y hacia otros, incluyéndonos.


 Al no haber este claro entendimiento el mensaje corporal que emiten es diferente.


Pero esto no quiere decir que no pueda haber convivencia, al contrario, y parte de ella depende de nosotros.


Dejemos de estar mal educando a nuestro perro enseñándole a atacar gatos, ¿quieres ver pleito? Agárrate tú con alguien y déjalos en paz.


No se odian pues si existe la convivencia entre ambas especies.


Por una vida animal digna


Mvz Amílcar J. Meza Rdguez.


El Arca Wamerú.



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