Diciembre ya; y con él las fiestas decembrinas; donde todo es “amor y felicidad” Pero ¿qué tan felices están nuestras mascotas?
Y esto por la venta de manera indiscriminada de pirotecnia ¿y las autoridades?
¿Y nosotros como padres, donde esta nuestra parte de responsabilidad? porque permitimos que nuestros hijos, sobrinos, compren pirotecnia.
No entiendo el gusto de un padre, niño, adolescente, viendo sufrir a un animal por causa de los cuetes.
La música estridente, los cuetes, vamos ruidos molestos perjudican a otros seres vivos, y concentrémonos en la pirotecnia de diciembre, que en ocasiones se prolonga a enero.
Estos fuertes ruidos ocasionan sufrimiento a las mascotas, y pueden hasta morir por consecuencias ocasionadas por el stress, generalmente ante una tormenta con truenos y relámpagos reaccionan temerosos, pero ante la pirotecnia el daño es mayor.
Esto es conocido como stress acústico.
Los gatos son los más perjudicados.
La estructura del oído en forma caracol del gato, le permite responder a sonidos de hasta 65.000 hertzios, y posiblemente también más altos. Esto supone, al menos, un octavo y medio por encima del límite auditivo humano, que es de unos 20 hertzios superando incluso la conocida aptitud del perro para oír sonidos sobreagudos.
El oído humano y el del gato no difieren mucho en las frecuencias bajas, situándose el límite inferior del gato alrededor de los 30 hertzios.
Perro -Es mucho más desarrollado que el humano lo que les permite un sistema de ecolocalización más preciso en la oscuridad, algunos estudios ubican su umbral de frecuencia audible en los 35,000 Hz, en el rango denominado ultrasónico. Otros sostienen que su capacidad auditiva va hasta los 100,000 Hz, mientras que el humano varía entre los 16,000 Hz y 20,000 Hz.
Raza, edad, sexo, no importan, la reacción al miedo es general.
El animal huye, tiembla, busca esconderse, mete la cola entre las patas, ladra, gruñe, sus ojos se agrandan, aumenta la presión sanguínea, la respiración, puede haber salvación, el cuerpo del animal entra en una impresionante tención que lo puede llevar al paro respiratorio, convulsionar o incluso infarto si tiene afectaciones cardiacas.
Y claro desencadenar en la muerte,
Si no muere tendremos un posible cambio de conducta; el animal asociara el ruido estrepitoso y lastimero, con miedo y dolor. Por lo que ante ruidos menores cambara su conducta.
A los gatos no solo el ruido los afecta, también los destellos de los fuegos artificiales, así que asegúralos en casa. En un cuarto donde el ruido no los afecte. No todos los perros y gatos reaccionan igual. Tenlo en cuenta.
Puedes utilizar tapones de algodón o los industriales el objetivo es minimizar el ruido.
Todos de manera general contamos con la ecolocalización.
Y es la manera de como dirigimos la cabeza hacia el sonido buscando su origen.
Si la explosión se realiza cerca del animal se rompe la membrana timpánica, ocasionando un intenso dolor y pérdida de la audición, perdiéndose entre otras cosas el sentido de la ecolocalización; esta membrana separa oído externo, de oído medio, y sus funciones son 2.
1.-Proteger el oído medio de contaminaciones del exterior.
2.-Directamente relacionado con la audición que es recoger las vibraciones sonoras, amplificarlas, y enviarlas a través de los huesecillos del oído interno. (Martillo, yunque, estribo).
Cualquier especie es afectada, en ciudad o campo.
Sufren con el estrés acústico. Truénate los cuetes en los calzones.
Por una vida animal digna.
Mvz Amílcar Meza Rdguez.
El Arca Wamerú.