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Mientras aquí­ en la aldea tropical nos enfurruñamos porque no se repartieron bien los gafetes de prensa para entrar al Festival de la Salsa en Boca del Rí­o, en la capital del paí­s y en medios de comunicación de relevancia, se están ahorita dirimiendo asuntos delicados que repercuten de manera inmediata en la polí­tica de Veracruz: Yunes Linares y Herrera Beltrán de nueva cuenta en el ojo del huracán.<br />
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Enmedio, el gobierno de Javier Duarte que ha recibido todo el peso de esa herencia de desencuentro y odio no sabemos si gratuito, de parte del jefe del Clan Familiar de los Yunes: Miguel Ángel, con el ex gobernador de Veracruz. <br />
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De nueva cuenta escuchamos, como hace poco más de dos años, decir a Miguel Ángel Yunes Linares, ahora al espacio de Carmen Aristegui, que todo es "una campaña de agravios" de "desprestigio" en su contra; a pesar de que esta documentado por Reporte índigo la bitácora de vuelo del avión propiedad del narco hoy preso en Estados Unidos, aeronave en la que la señora candidata del PAN vino no sólo a Veracruz -que importa si la recibió o no Yunes Linares- también voló en esa nave a otros puntos del paí­s.<br />
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En su desmentido ayer a la emisión radiofónica de la periodista Aristegui, Yunes niega todo. Dice que no va a permitir que se le involucre en lo que llama "infamias" como en buen guión de telenovela mexicana, y vuelve a arremeter contra Fidel Herrera el ex gobernador y contra Javier Duarte y dice que todo es porque denuncio que se querí­an robar el dinero de la cruzada contra el hambre para las elecciones de Veracruz.<br />
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Que no conoce a Pancho Colorado, el narco y que si lo conocen bien FHB y JDO.<br />
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Sólo un apunte: es difí­cil conocer a alguien de una familia y no conocer al resto, y más en Polí­tica. <br />
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Hay una fotografí­a que desmiente sola, el dicho de Yunes y que muchos en Veracruz conocemos: Miguel Ángel Yunes Linares alzando el brazo al hermano de Colorado, en ese entonces candidato del PAN allá en la zona norponiente del estado. <br />
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Es difí­cil no creer que el hermano de quien hoy esta confeso por Lavado de Dinero, y con veinte años de prisión en Estados Unidos, metido activamente a la polí­tica local por el PAN, no haya recibido el apoyo familiar. Y que Yunes no lo haya conocido. <br />
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Pero son palabras mayores. Asuntos que deberí­an dirimir las autoridades. Lo que si es evidente es que estas y muchas más versiones, los veracruzanos las sabemos de hace años.<br />
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Y como si no debiera nada, como si nunca hubiera sido mencionado reiteradamente en un libro de red de trata de menores, o señalado por la fuga del Chapo o su administración del ISSSTE, Yunes le dice a su antiguo correligionario del PAN que lo denuncio ayer en la PGR: "prostituta de la polí­tica". <br />
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Pero en el caso de las historias veracruzanas que todos hemos escuchado, <br />
hay fotos. Hay registros. Hay versiones. Que importa que militen en un partido u otro, o se llamen de un modo u otro: el que delinque ¿que es? <br />
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Pero que difí­cil es decirlo estando aquí­. En el centro mismo del hecho. Sin forma de hacerte hacia algún lado: estos no son juegos ni los protagonistas de estas historias conocidos por blandos. Todo lo contrario.<br />
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Sólo consignamos.<br />
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De miedo.<br />
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A ver si entienden por que mejor uno se enfrasca en las aceras despedazadas de la ciudad de Veracruz -asunto nada menor por cierto, en Durango acaba de ser noticia estatal que su gobierno, atento a la queja diaria ciudadana reconstruyó todas las aceras para que la gente no siguiera tropezando, cayendo, lastimándose-; en su deterioro paulatino del Centro Histórico; en la arribazon diaria de ambulantes fuereños, en la explosión de traperos drogados y alcoholizados en las calles; en los otros drogatas que te saltan en cada semáforo ahora hasta en las colonias populares y a eso de las 11 de la noche: cuando cansado y agobiado los más, van de vuelta a casa y resulta que un evidente drogui echa un chorro de agua sucia al parabrisas que a veces te baña a ti y así­ termina tu dí­a. <br />
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O los miles que soportan el indignante transporte urbano: de nuevo haciendo de las suyas en Veracruz porque prestan sus unidades para todo lo que quieran los afanes polí­ticos de turno, y así­ a cambio obtienen patente para circular como quieran: chatarras a velocidades inmoderadas, lastimando a su pasaje, faltándole el respeto a señoras y chicas, maltratando a los jóvenes con credencial de estudiante que piden el descuento. <br />
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Terrible. Y soportar a la mujer alcaldesa de Veracruz en su soberbia de pacotilla, toda ufana y chueca ya, de tanto torcer la boca en el mohí­n del menosprecio a toda crí­tica. El saldo de la prepotencia. <br />
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Una ciudad con presupuesto millonario, el mayor del estado, y un zócalo que huele a orinal público. Un mercadillo inmundo de la mafia de Chiapas. Y pura "retaceria" de obras. Puro fachadismo en los mercados. Y las aceras ¡ay! ,las aceras porteñas. Una vergí¼enza. De pena ajena. Pedazos de pentabolas a todo lo largo de Independencia, utilizadas como depósitos de basura. Mientras el metro sexual de Obras Públicas que saldrá corriendo a la zona rosa cuando por fin concluya de robar aquí­, se pasea todo tieso en una ciudad que nunca conoció ni quiso hacerlo.<br />
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Deprimente. <br />
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Y nos dicen que "los Barbes" ahora están metidos a la campaña de Gerardo Poo Gil. Serí­a el colmo: ya suficiente tienen con su hotel y sus negocios de obras públicas. Y todaví­a quieren más. No son bien vistos en el ambiente empresarial porteño, ya no se diga "social" y ellos y quienes los aceleran, lo saben. <br />
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DEL DICCIONARIO A LA DIABLA...<br />
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HARTAZGO.- El que sobreviene cuando sólo se escucha, como defensa: "es una infamia" "es una campaña de lodo", "es un ataque", "me tienen miedo", "no se la van a acabar", "cobardes"...// Eso: de nausea. <br />
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DE CUIDADO.-Todo lo que en este paí­s supone ya, para la prensa ubicada en el "punto" tratar temas de uno u otro bando delincuencial. De los buenos y los malos para que se entienda. <br />
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LOS BUENOS.-Se supone que son los que tienen cargo público por ejemplo una alcaldí­a, una diputación, aquí­ en Veracruz ustedes lectores, juzguen.<br />