Y no refiero al típico triángulo pasional humano, no.
En este aplica el refrán “no hay mal que dure cien años ni pentonto que lo aguante”
Me refiero al “amor” un tanto desmedido que alguna persona tiene hacia sus mascotas, un apego entendible mayormente cuando las personas no tienen hijos y ese afecto lo enfocan en su mascota, besándolas en el hocico y permitiendo que ellas les laman la boca, incluso lengua. Ojo, por conducta natural de los animales hay ciertas precauciones que se deben tomar.
No estoy diciendo que es malo amar a una mascota, no confundan ni tergiversen las cosas, No es malo siempre y cuando la mascota tenga un constante monitoreo en cuanto a su salud dental e higiene bucal, pues en su hocico hay una gran variedad de bacterias, virus, hongos, etc, que pueden afectar nuestra salud.
Es cierto que se le consideran un miembro más de la familia, pero, ¿debemos permitir que nos lama la cara y boca? De antemano sé que a algunos no les va a gustar esta columna, pero si lo siguen haciendo ya es bajo conocimiento de causa y efecto, para que después no le echen la culpa a la mascota que al final es quien paga el plato roto y termina perjudicado.
Has pensado ¿dónde ha estado el hocico de tu mascota? Por muy limpia y adorable que parezca, la respuesta es ¡no!
Constantemente andan oliendo o lamiendo porquerías.
La mayoría del tiempo los perros andan oliendo todo, desde heces de otros animales, pero no solo es al olfatear también lo que transportan en la saliva, que se convierte en un cultivo de bacterias. Y hay que recordar que existe la zoonosis. En este caso, esta se produce cuando la persona está en contacto con saliva, o fluidos de otros animales infectados.
En las bacterias más comunes están, Salmonella, Clostridium, E. collí, Campilobacter; Y esta última puede causar diarreas y gastroenteritis.
Así que, si tu mascota padece salmonella o campilobacter por medio de la saliva te puede contagiar.
La E. Collí puede transmitirla el dueño a la mascota y viceversa, ocasionando diarreas vomito deshidratación.
Hongos también pueden transmitirse como la llamada tiña (dermatofitosis), solo que esta no es por saliva más bien por contacto con una piel o superficie infectada. Y mencionemos también el parasito áscaris, cuando accidentalmente ingerimos huevos de este gusano.
Y no se trata de satanizar a los perros y gatos por el lamido cariñoso, todos hemos recibido este afectivo gesto.
Y la verdad nos gusta, me incluyo.
A pesar de todo los expertos aseguran que todos estos agentes no muestran un elevado riesgo si tus defensas están en óptimas condiciones.
Tengamos una buena higiene nosotros y de nuestra mascota evitemos los riesgos, y personas inmunocomprometidas, en tratamientos de quimio, VIH, eviten mejor el contacto con la saliva.
En el mercado de mascotas existen productos que te ayudaran a esa higiene bucal de tu mascota, como enjuagues, y actualmente hasta pasta dental para ellos, acude con tu médico veterinario él sabrá orientarte a la mejor opción.
Aprender y entender que la prevención es vida.
Por una vida animal digna.
MVZ Amílcar Meza R.
El Arca Wamerú.