Desde la época de la realeza con el rey Enrique octavo, ha habido la “práctica” de cortarle la cola y orejas a los perros.
Esto porque durante la cacería la cola alertaba a las aves, y no se concretaba la cacería o el animal se enredaba entre la maleza con su cola.
Una práctica que a lo largo de los años ha justificado su motivo:
Sobre la década de los 70 durante el auge de las peleas de perros, y esto porque había, hay animales, con cierta tendencia que al atacar prefieren partes como la cola u orejas del opositor. Y para evitar esto les cortaban la cola o las orejas.
En la actualidad por cuestiones “según de la belleza” ¿pero que es la belleza? ¿acaso no es subjetiva? lo que para uno puede ser hermoso para otros no.
Y en este tenor se han creado supuestos estándares que incluyen la amputación de estos miembros, porque las cosas por su nombre: es una amputación.
Entendamos que la cola es una prolongación de la columna vertebral, con sensibilidad, inervación, y que tiene una función específica y muy importante para el animal, controlar su equilibrio.
¡¡si!! no es un adorno que la naturaleza les dio para que se le ampute, observen cuando un perro corre como mueve su cola de un lado a otro estabilizando su cuerpo en la carrera.
O cuando el gato salta a la barda o mueble de casa igual moverá su cola buscando estabilidad, equilibrio.
El amputar implica riesgo de que infecte y si dejaron 4 vertebras tendrán que ir eliminado hasta que no quede nada.
Con respecto a las orejas, la forma es como de una concha misma que evita que entre agua al conducto auditivo, y también aminora los decibeles del ruido, mismo que pudiese romper la membrana timpánica y dejar sorda a la mascota, mínimo aminora el dolor que sienten ante ruidos estrepitosos.
La naturaleza es sabia, cada órgano tiene una funcione específicas, si nosotros nos ponemos expensares en los lóbulos de las orejas que por cierto duelen mucho es nuestra decisión, ¿porque decidir darles dolor a nuestras mascotas?
La ley ya prohíbe la amputación, sin embargo, se practicará, por un médico veterinario con título y cedula profesional; mismo que previamente valorará la situación del miembro afectado y determinará la mejor opción para el animal.
Siempre y cuando el órgano este afectado y no le de calidad de vida. Ojo no es justificable que porque la puerta le aplasto la punta de la cola haya que amputar toda.
A ti te aceptan tal como eres, chaparro, gordo, aceptémoslos también tal cual es su naturaleza.
Por una vida animal digna
Mvz Amílcar J. Meza Rdguez.
El Arca Wamerú.