30 mil años que tiene el perro de acompañar al hombre no han sido suficientes para que el estómago evolucione, se modifique y adapte para aceptar al 100% la comida humana.
El sistema digestivo de un perro está preparado para digerir comida cruda y tiene una alta capacidad de asimilar bacterias.
El perro es omnívoro, esto es que su dieta es variada, como la del humano, sin embargo, no todo lo que come el humano le es beneficioso para él, pero, algunos alimentos perjudican su organismo, pudiendo llegar a ser una situación grave.
Su dentadura, adaptada para la cacería, preparada para desgarrar carne, con molares capaces de triturar hueso que también forma parte de su dieta.
Es amigo lector un carnívoro facultativo, se alimenta fundamentalmente de carne, herencia impresa en sus genes de sus antepasados; el lobo.
El lobo es fundamentalmente carnívoro, incluyendo el pescado en las carnes habituales, aunque también puede completar su dieta con algo de fruta o de hierbas silvestres.
Es inevitable ignorar el origen del perro, el lobo, porque la evolución alimenticia del perro es una de varias diferencias que la compañía del ser humano ha provocado en la biología de los perros.
El lobo no tenía la capacidad de digerir almidones nuestro perro actual ¡¡sí!! Sin embargo, el basar su alimentación en un porcentaje alto de almidones ha demostrado en la clínica diaria alteraciones digestivas.
La base de la alimentación de un perro es la proteína; están compuestas de aminoácidos, elementos esenciales en la asimilación y almacenamiento de los nutrientes, agua, proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales y que se encuentran fundamentalmente en los tejidos musculares y las vísceras.
Importante en la formación de tejidos blandos, como los músculos, tendones o cartílago; necesarios para la transmisión de los impulsos eléctricos del sistema nervioso.
Un exceso de grasa es causa de obesidad, lo que desemboca en diferentes problemas de salud: sobrecarga en las articulaciones, alteraciones respiratorias y afecciones a nivel cardiovascular, problemas metabólicos y endocrinos, etcétera.
Dulces en general: mantequilla de cacahuate sin azúcar, chicles, este contiene un endulzante artificial llamado xilitol el cual es toxico para nuestros perros.
Alcohol, no falta el chistoso que le da al perro alcohol, ¡¡cuidado!! los riñones de los perros no lo procesan con eficiencia por lo que resulta muy toxico.
Chocolates. El chocolate contiene teobromina el cual es toxico para ellos pudiendo causarles molestias estomacales, vomito, reacciones cardiacas e incluso la muerte.
Y si hablamos de lo común que tenemos en nuestra cocina y también típico de usar para nuestra y su alimentación.
carbohidratos
Es común que pacientes alimentados con croquetas concentradas, estas pueden tener sus niveles de carbohidratos elevados.
Podemos encontrar croquetas extremadamente altas en carbohidratos como arroz, maíz, trigo, alimento a todas luces innecesario en esas cantidades para un perro o gato, que van a ocasionar un daño pancreático.
Si no encontramos estos niveles altos, ojo eso no quiere decir que no exista un daño pancreático. Es común ver niveles de amilasa normal y el perro con pancreatitis. Ojo.
Ajo y cebolla.
Cruda o cosida puede destruir los glóbulos rojos y por ende causar anemia.
Uvas pasas.
Puede ocasionarle insuficiencia renal aguda y repentina.
Leche crema queso.
Lácteos en general, conforme nuestro perro crece de edad su capacidad para digerir los lácteos disminuye.
Evita darle a tu mascota lo que no está indicado para él y si tienes dudas acude con tu médico veterinario.
Por una vida animal digna
MVZ Amílcar J. Meza Rdguez.
El arca Wamerú.