28.Marzo.2022
DAKTARI JAROCHO
ANTROPOMORFISMO: AMORES QUE MATAN. 
Por MVZ AMÍLCAR MEZA
MVZ AMÍLCAR MEZA
Amílcar Meza Rodríguez es jarocho y Médico Veterinario Zootecnista, egresado de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Veracruzana. Titulado y con cédula profesional. Con registro ante SAGARPA, Clave: ver-0316-jun-15.

Rescatista y protector de animales. Con amplia experiencia y formación continua en clínica de pequeñas y grandes especies animales, domésticos y silvestres. Especialista en Peritaje sobre maltrato animal, aplicado en operativos.

También en Dermatología canina y felina. En Diagnóstico y tratamiento de las principales enfermedades articulares en pequeñas especies. Resolución de fracturas de fémur en perros y gatos. La Certificación ante SAGARPA fue para Capacitación de médicos veterinarios, para establecimientos comerciales, Clínicas, y hospitales veterinarios.

Entre sus publicaciones especializadas está el Reporte de casos de maltrato animal observados en clínica privada durante 10 años; presentado a la UV. Ha sido Jefe del área médica del Centro de Salud Animal de la ciudad de Veracruz, y encargado de proyectos productivos de la Subdirección de Desarrollo Sustentable.

En el CSA, ofreció consultas, cirugías en general, campañas de esterilización y vacunación masiva en colonias, en colaboración con el departamento de zoonosis de la Jurisdicción número 8.

Con la colaboración de la fundación Donkey Sanctuary, realizó el Diagnóstico, tratamiento y censo de la tracción a sangre en el municipio de Veracruz. Y la atención y seguimiento de los reportes de maltrato animal en pequeñas, grandes especies y animales silvestres.

Actualmente, es miembro activo de APASDEM. Asociaciones protectoras de animales de México. Presidente de la asociación de rescate y cuidado animal: EL ARCA Wameru. Y Vicepresidente de la asociación estatal de médicos Veterinarios Zootecnistas en fauna doméstica y silvestre. A.C. MVZ. FADYS.

Amílcar fue por varios años, el autor constante de la "Columna Invitada" de estas páginas Mercuriales. Los lectores estarán de acuerdo que se ha ganado, a pulso, ya no ser invitado: sino de la Casa. Bienvenida la nueva época de nuestro daktari (en suajili doctor, sí: de la mítica serie norteamericana de los 70...).

Esta columna aparece, dominicalmente a veces, también en NOTIVER. Que sean muchos años más...
DENUNCIAN A YUNES LINARES POR AGRESIÓN
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DAKTARI JAROCHO
29.Abril.2024



 


Es entendible el apego que se forma entre una persona y una mascota, ya les hemos platicado, que hay una parte del cerebro que influye en esto. 


 


Pero hasta donde es la parte “química” la que interviene, ¿y dónde está el límite de lo permisible de antropomorfizar a una mascota? 


 


Recordemos su definición: 


Atribución de características y cualidades humanas a los animales de otras especies, objetos o fenómenos naturales. 


 


Ese vínculo emocional en ocasiones lo hacemos sin intención, humanizamos a la mascota, buscando lo mejor para ella, pero cruzamos la delgada línea de su ser, y llegamos a hacer cosas que en realidad no son beneficiosas para él. 


 


Tenemos cosas en común: somos animales, mamíferos, con capacidades emocionales, un binomio que demuestra alegría, miedo, tristeza o agresividad. 


 


Y esto estimado lector nos lleva empatizar tanto con ellos que es donde nace el problema, los “confundimos” con humanos; y afortunadamente no lo son.  Ojo también somos animales, pensantes (algunos) pero animales. 


 


Tampoco se trata de ignorarlos: como es el perro un animal, no importan sus necesidades. Hay que buscar el equilibrio. 


 


Este equilibrio perfecto lo tendremos cuando le permitamos al perro, ser perro. 


Cuando no lo permitimos, es donde nacen los “perrijo y gatijos” 


 


Contradictorio en algunos; si un ciudadano cualquiera le pone ropa zapatos a un perro es criticable y está entrando en maltrato animal; pero si lo hace un “animalista” ¿entonces si es correcto? Ojo con esa delgada línea. 


 


Esto no quiere decir que no se les quiera a los animales o mascotas de casa, pero si hay que ser congruentes y que haya suelo parejo. 


 


así que lo hay que hacer es no caer en el antropomorfismo o humanización del perro, cierto que su mentalidad es la de un niño de 2 años, por lo que es muy fácil involucrarnos emocionalmente; pero tampoco tratarlo como si no tuviera emociones ni necesidades propias de su especie. 


 


No tiene ningún sentido vestir a los perros porque no lo necesitan. 


Tampoco necesitan ir en carrito cuando lo que más necesita un perro es ejercitarse, caminar, oler el mundo que tiene a sus patas, no podemos permitir desnaturalizarlos.  


Los desequilibramos emocionalmente, de ahí que muchos perros presenten numerosos problemas de conducta, porque ya no saben lo que son. 


Tú, ¿serias feliz, te gustaría que se te tratase como un animal de otra especie? 


Lo mismo ocurre con ellos, si no respetamos su esencia vamos a ocasionar un problema de identidad. 


El que este ladrando constantemente, cambie a agresivo, después otra vez tranquilo, nos destruya cosas de casa, todo eso es resultado de un desequilibrio emocional y/o físico que nosotros ocasionamos. 


También nosotros tenemos la solución, ellos como nosotros durante toda su vida aprenden. 


Por una vida animal digna. 


Mvz Amílcar J. Meza Rdguez 


El Arca Wamerú. 


 



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