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Fuera de las luchas intestinas de los partidos polí­ticos por estas horas recrudecidas por la elección de julio en puerta, es innegable el hecho de ver, sin malicia y sin dolo, que esta haciendo el gobierno de Veracruz en materia de Seguridad: una de las demandas más sentidas y urgentes de los veracruzanos en los últimos dos años.<br />
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Sólo el interés partidista y sesgado, no podrá aceptar lo que se ha estado avanzando en esta materia por todo el territorio y de la mano de la SEDENA y de la SEMAR, y es justo reconocerlo aquí­ y procurar colocarlo en su justa dimensión.<br />
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La intervención de la Marina en el sur de nuestro estado, fuera de las suspicacias de los agoreros de siempre, para la gente sin militancia, la gente que trabaja, que toma su camión diario para ir a la escuela y al trabajo y los más privilegiados que tienen vehí­culo y trabajan o son dueños de micros, pequeños, medianos y grandes comercios y negocios de distinta í­ndole legal, están en estas horas, felices. <br />
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Si, porque la presencia de la Marina trae la Esperanza fundada de que habrá más Seguridad y más vigilancia. Fuera del debate de si las fuerzas castrenses deben o no estar en funciones de policí­a, la situación para muchos ya era intolerable y no era para ponerse a disertar sobre lí­mites o tareas: el dí­a a dí­a se imponí­a y la necesidad obliga al pragmatismo. <br />
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En este sentido, no reconocer el esfuerzo del gobernador Javier Duarte por gestionar lo necesario y procurar las condiciones para que a municipios como Coatzacoalcos, Minatitlan, Jaltipan y Cosoleacaque tengan hoy la presencia de fuerzas navales y militares, es regatear logros. <br />
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Lo de extender el Veracruz Seguro al sur de la entidad abre Esperanzas. Ojalá se volteé pronto a ver por la Cuenca, el Sotavento clama también por más Seguridad. <br />
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Pero de que se ha avanzado, se repite, si y mucho en estos dos años en materia de Seguridad. Pero acaso ya el Ejecutivo este convencido a estas alturas, que precisamente por ello, porque hay intereses extras en no reconocer avances y logros en esta o cualquier otra materia de competencia de su gobierno, forme parte de una estrategia más elaborada de quienes más allá de ser adversarios polí­ticos hoy en Veracruz son verdaderos enemigos: feroces y sin ápice de Etica o Moral capaces de ver por "el bien común" que no sea en favor de sus familias y cí­rculos cercanos. <br />
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En este contexto es mejor buscar el reconocimiento del pueblo: ese que al final de cuentas es el gran Observador y el gran Elector, aunque su dicho y su voto vaya muchas veces en contrario. <br />
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Y cobra cada dí­a más fuerza la especie en Veracruz de que los cambios tocarán áreas sensibles como la Comunicación: mal harí­a Duarte de caer en las garras de los ilusionistas de épocas pasadas: Raúl Peimbert no representa a nadie ni a nada en Veracruz, que no sea la de su ex patrón Miguel Alemán, tan alejado del pueblo Veracruzano como puede estarlo quien dijo en una tragedia que no era "bombero". <br />
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Otras épocas que mejor no recordar. <br />
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Veracruz no esta para volver a las frivolidades. Y de pagarle sus pretensiones al inodoro de Peimbert, es preferible Colio: al menos esta, si es del gremio reporteril, y sabe sus entrañas.<br />
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Lo otro, lo otro, lo dicho: puro ilusionismo. Y del caro. <br />
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DEL DICCIONARIO A LA DIABLA...<br />
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REGATEAR.-En Polí­tica, a la mexicana, una práctica cultural que consiste en no reconocerle nada, ningún mérito, ningún gesto, al enemigo.<br />
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PRETENSIÓN.- De lo que están llenos los que, como los detritos de los loros: ni hieden ni huelen.<br />
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MISERIA.-Actitud general de los enemigos polí­ticos irreconciliables.<br />