Cuando vemos que un perro camina medio “raro” de manera chusca decimos:
¡mira ese perro camina sabroso! con un desdén que impresiona.
Pero en realidad tiene un problema de cojera o claudicación de cualquiera de sus extremidades delanteras o traseras: y ésta puede afectar una o varias extremidades, y se caracteriza por el anormal apoyo o ausencia de este en dichas extremidades.
La rapidez con la que se instaura y su evolución nos dará las características de ser aguda o crónica.
Los trastornos osteoarticulares, musculares, o una enfermedad sistémica pueden afectar estos aparatos de locomoción, y ser el origen de una cojera.
Debemos de saber diferenciar esta de una debilidad muscular, o de una ataxia; esta última es la dificultad de coordinar los movimientos, pero es característico de ciertas enfermedades neurológicas.
Las causas más comunes de cojeras en perros son:
Heridas o cuerpos extraños. - Estos generalmente los encontraremos en la zona plantar del animal, entre los cojinetes, una piedrilla, un cadillo, no necesariamente tiene que ser un objeto grande.
Traumatismo. –estos pueden dañar los tendones, músculos, huesos, iniciando por una contusión leve, pasando por una rotura de uña, hasta llegar a la fractura; claro que en perros jóvenes o con más actividad tienen mayor probabilidad de lesionarse.
*Un dato: los perros de raza mediana o grande están más predispuestos a la ruptura del ligamento cruzado anterior.
Displasia articular. - Defecto congénito en el desarrollo de las articulaciones, que no se conectan entre sí adecuadamente.
Se manifiestan en los primeros meses de vida. Las más frecuentes son la displasia de cadera y la displasia de codo. Algunas razas, como el pastor alemán, el labrador retriver, tienen una predisposición genética.
Artrosis. - es una enfermedad degenerativa de las articulaciones, y generalmente se presenta en machos de edad avanzada.
Luxación de rodilla. - ocurre cuando el hueso de las rodillas se desplaza hacia un lado, sale del surco femoral. Muy común en perros adultos y razas pequeñas los llamados “toy”
Neoplasias. - mire usted amigo lector los sarcomas son tumores que invaden tejido muscular, articular, óseo, muy invasivo y generalmente de crecimiento lento, algunas ocasiones con alto porcentaje a metástasis hacia otros órganos del animal.
Artritis inmunomediada. - va a afectar directamente las articulaciones, con dolor, cojera; su origen puede ser autoinmune o infeccioso, como en el caso de Leishmaniosis, esta es causada por un protozoo que se trasmite por la picadura de un mosquito.
Esta forma anormal de apoyarse; las cojeras, no todas se manifiestan de la misma forma, de hecho, la forma y el momento en que se producen son de gran ayuda para el médico veterinario a la hora de averiguar el origen.
Ahora veamos los diferentes “tipos” de cojera.
De apoyo. - la mascota apoya su pata, pero la mantiene poco tiempo en contacto con el piso, lleva o desplaza el peso hacia la otra extremidad; si es una extremidad anterior suele acompañarse de movimientos verticales de la cabeza, si es posterior la cabeza se mantiene agachada.
Cojera de elevación. - no apoya la pata, la deja, digamos “suelta” o la esconde, de manera que camina con saltos.
Cojera en frío. - puede observarse claramente al iniciar la marcha tras un reposo prolongado. Típico en articulación de perros, como la artrosis.
Cojera en caliente. – se agrava con el ejercicio, característico de dolencias musculares.
El diagnóstico del tipo y origen de la cojera debe de ser dado por tu médico veterinario, él te solicitará información; si tu mascota está en condiciones de caminar tu médico lo desplazará, para trotar, para observarlo de distintos puntos, y a su criterio.
Para descartar fracturas, fisuras, neoplasias, displasias, utilizara técnicas complementarias de diagnóstico como radiografías, resonancias etcétera.
En algunos casos puede ser necesario realizar una biopsia, tomar una muestra del líquido sinovial articular, o realizar una artroscopia, técnica en la que se entra al interior de algunas articulaciones para diagnosticar y, muchas veces al mismo tiempo, tratar las dolencias del perro cojo.
No lo dejes con su caminar sabroso o desdén.
Tampoco diagnostiques tú, te damos esta orientación para que observes más a tu mascota y tengas una “alerta” para llevarlo con tu médico veterinario.
Por favor no lo mediques, no le pongas vendajes a presión, puedes lesionar más.
Por una vida animal digna.
Mvz. Amílcar José Meza Rdguez.
El arca Wamerú.