Desde el año pasado con el inicio de la pandemia las compras de pánico se hicieron presentes.
El objetivo era comprar en abundancia; productos que se pudieran almacenar, los enlatados de preferencia, aunque muchas personas también se decidieron por los productos cárnicos.
A el día de hoy la ley de la oferta y la demanda no se ha hecho esperar, aunque la oferta nunca apareció. El precio de la carne de res, cerdo, aves, todas congeladas, se elevó.
El consumo o compra es mayor; y no es que sea carne de mala calidad, que no sea competitiva con la del mercado que en teoría es carne fresca.
Estas se recolectan en temporadas de cierta abundancia o cuando el precio en pie es bajo, se congelan, guardan y es en determinadas fechas que salen a la venta.
Hoy la pandemia y las compras para almacenar en casa y evitar salir a obligado a los centros comerciales a su venta fuera de “ciertas temporadas” como la decembrina.
Los productos cárnicos se someten a procesos de congelación muy rápidos, de aquí que es importante distinguir entre v un producto congelado, y otro sometido a ultra congelación.
El primero el producto congelado; se somete a temperaturas muy bajas de forma rápida
El segundo el de ultra congelación; el producto fresco se congela, como ocurre con la pesca, además este proceso impide el crecimiento microbiano y la perdida de nutrientes.
Debes saber que algunas ocasiones la carne congelada contiene otros ingredientes, como agua, sal, aditivos, estos mejoran las propiedades organolépticas, y rendimiento económico, si es el caso la carne debe llevar una etiqueta que diga preparado de carne congelada, así como la mención de los productos utilizados.
Los productos congelados también tienen fecha de caducidad, no pensemos que al estar congelados serán viables eternamente, pues las vitaminas se degradan y se pierden, la grasa se torna rancia. Lo más recomendable es anotar la fecha de congelación, y evitar que pasen de 6 meses, claro también hay que tomar en cuenta el tipo de congelador que tengamos.
El problema de consumir carnes casi exclusivamente congeladas es la carencia de vitaminas, todos los alimentos, carnes y verduras al descongelarse pierden gran parte de su valor nutritivo. En las carnes se pierde hasta un 10% de proteína y con ello el valor.
Evitemos saturar nuestro refrigerador o congelador, renovemos los alimentos démosle una rotación constante con nuevos productos, para que tengamos límites de tiempo breves pero seguros, preservando la calidad de lo que consumimos congelado.
Considera los siguientes tiempos.
Dependiendo del tipo de alimento, y lo usado para su elaboración el tiempo máximo permitido para su congelación variara.
*Platillos preparados con cerdo, jamón, pescados graso, clara de huevo, carne molida, harinas de trigo, de uno a dos meses.
*Platillos a base de carnes rojas (menos cerdo) aves 0escados, frutas y verduras de 6 a 8 meses.
*Estofados, productos de panadería, salsas envasadas al vacío, postres de frutas, hasta un año.
Los alimentos ya elaborados y descongelados si se guardan por más de un día, deben eliminarse porque la pérdida del valor nutritivo es muy alta, aunque mantenga la textura y sabor.
Por eso es importante que combines alimentos frescos con los congelados para equilibrar el nivel proteico y de vitaminas.
Nada que unas vitaminas después no puedan compensar.
Por una vida animal digna.
MVZ. Amílcar Meza Rodríguez