Amílcar Meza Rodríguez es jarocho y Médico Veterinario Zootecnista, egresado de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Veracruzana. Titulado y con cédula profesional. Con registro ante SAGARPA, Clave: ver-0316-jun-15.
Rescatista y protector de animales. Con amplia experiencia y formación continua en clínica de pequeñas y grandes especies animales, domésticos y silvestres. Especialista en Peritaje sobre maltrato animal, aplicado en operativos.
También en Dermatología canina y felina. En Diagnóstico y tratamiento de las principales enfermedades articulares en pequeñas especies. Resolución de fracturas de fémur en perros y gatos. La Certificación ante SAGARPA fue para Capacitación de médicos veterinarios, para establecimientos comerciales, Clínicas, y hospitales veterinarios.
Entre sus publicaciones especializadas está el Reporte de casos de maltrato animal observados en clínica privada durante 10 años; presentado a la UV. Ha sido Jefe del área médica del Centro de Salud Animal de la ciudad de Veracruz, y encargado de proyectos productivos de la Subdirección de Desarrollo Sustentable.
En el CSA, ofreció consultas, cirugías en general, campañas de esterilización y vacunación masiva en colonias, en colaboración con el departamento de zoonosis de la Jurisdicción número 8.
Con la colaboración de la fundación Donkey Sanctuary, realizó el Diagnóstico, tratamiento y censo de la tracción a sangre en el municipio de Veracruz. Y la atención y seguimiento de los reportes de maltrato animal en pequeñas, grandes especies y animales silvestres.
Actualmente, es miembro activo de APASDEM. Asociaciones protectoras de animales de México. Presidente de la asociación de rescate y cuidado animal: EL ARCA Wameru. Y Vicepresidente de la asociación estatal de médicos Veterinarios Zootecnistas en fauna doméstica y silvestre. A.C. MVZ. FADYS.
Amílcar fue por varios años, el autor constante de la "Columna Invitada" de estas páginas Mercuriales. Los lectores estarán de acuerdo que se ha ganado, a pulso, ya no ser invitado: sino de la Casa. Bienvenida la nueva época de nuestro daktari (en suajili doctor, sí: de la mítica serie norteamericana de los 70...).
Esta columna aparece, dominicalmente a veces, también en NOTIVER. Que sean muchos años más...
Entendamos primero que es el moquillo canino:
El moquillo o distemper (nombre en inglés de la enfermedad) es una enfermedad grave altamente contagiosa, causada por un virus, es muy importante la vacunación pues representa una de las primeras causas de muerte por enfermedad infectocontagiosa en perros.
El paciente infectado libera el moquillo a través de todas las secreciones corporales, y el contagio más común es por inhalación,
sin duda alguna los cachorros de 6 a 12 semanas y ancianos son los más vulnerables, sin embargo, el resto de la población se ve afectada.
El detalle en los cachorros es que en este periodo los anticuerpos que la madre proporcionó mediante el calostro, disminuyen dejándolo expuesto; he aquí la gran importancia de un calendario de vacunación bien programado, no al vapor.
El 50% de los animales infectados pueden estar asintomáticos por un periodo, otros mostrar signos leves de la enfermedad.
Muchas personas subestiman la enfermedad y optan por los remedios caseros, el collar de limones, de chiles, o de ajos, ¡es en serio amigo lector!
La realidad es que ataca las células del cerebro, piel, tejido conjuntivo, mucosas de vías respiratorias y tracto gastrointestinal; por lo que la "ensalada" que le pongan no le funcionara.
Toma diferentes formas que frecuentemente ocasionan infecciones secundarias complicadas, porque es un virus inmunosupresor; es decir, ataca el sistema inmunológico del perro.
Tras haberse contagiado los primeros síntomas aparecen entre 6 y 9 días después, recuerden que mencionamos casos asintomáticos, en estos no hay signos de ninguna alteración.
En el caso de haber algún síntoma puede presentarse fiebre de más de 39°c, y por favor si ustedes toman la temperatura que sea con un termómetro, generalmente dicen cuando llaman para alguna asesoría o en consulta:
Tiene fiebre, pregunto, ¿Cuánto? No se está calientito.
Está vivo tiene que estar calientito.
Prosigo:
Hay pérdida del apetito, secreciones acuosas de ojos y nariz, misma que posteriormente se torna amarillenta, espesa, y pegajosa; tos seca, y puede haber ampollas de pus en abdomen, vómito, diarrea, deshidratación.
Una o dos semanas después se nota una ligera recuperación, pero esta es la antesala de una invasión bacteriana secundaria, que traerá afectaciones del sistema respiratorio y gastrointestinal.
Tres semanas después se presenta una encefalitis, donde el síntoma más característico es un movimiento de mandíbula como si estuviera masticando, salivación.
Puede haber convulsiones, y quedar con un “tic” en cabeza, cadera o miembros.
En esta etapa convulsiva el perro puede andar corriendo de un lado a otro, caer levantarse, y seguir este patrón, ojo no es rabia.
Estos “tics” son una complicación cerebral, que ocasionan contracciones musculares que son dolorosas para el animal llamadas mioclono del moquillo y se producirán las 24 horas sin importar día hora.
Si llegase a haber una recuperación del canino, estas lesiones mioclónicas persistirán de por vida, aunque con el tiempo sean menos agresivas.
El tratamiento ayudará a darle calidad de vida a tu mascota, lo mejor es evitar todo lo anterior, y vacuna a tiempo.
La primera vacuna contra moquillo canino debe de aplicarse después del destete y antes de que lo lleves a casa, generalmente es a los 5-6 semanas de vida.
Pero lo correcto es que acudas con tu médico veterinario, recuerda también que los calendarios de vacunación deben regirse de acuerdo a la zona donde vivas pues habrá algunas enfermedades que prevalezcan o sean de mayor contagio que en otras zonas.
De cualquier forma, tu médico veterinario estará en la capacidad de establecer ese calendario, propio para tu mascota de acuerdo a tu zona.
