Has pensado ¿dónde ha estado el hocico de tu mascota?

Por muy limpias y adorables que parezcan.

La respuesta es ¡no!

Constantemente andan oliendo o lamiendo basura o desperdicios.



La mayoría del tiempo los perros andan oliendo todo, desde heces de otros animales, basura, alimento podrido, se huelen o lamen el ano, y es que esta acción les da información, si, es una especie de “comunicación química” les permite recolectar información del otro perro; tal como edad, genero, estado inmunológico, humor, dieta y hasta su herencia genética.



Toda esta información está contenida en sus glándulas peri anales o anales; la información es revelada a atreves de la producción y secreción de diferentes compuestos químicos, y amigo lector, esta, es la que coloquialmente le llaman “la firma olorosa de un perro”. Y se encuentra en su ano.



Esta acción ocasionada por una interacción entre 2 perros o más, es como dar nosotros una tarjeta de presentación, o entrando en la modernidad nuestro QR que contiene más información, no solo el nombre. Imaginen si para conocernos o presentarnos tuviésemos que olernos el trasero.



Durante el ciclo reproductivo en las hembras las hormonas actúan sobre la producción de las glándulas peri anales y actúan como un indicador más de su estado reproductivo; una información más que obtienen al oler traseros.



Las glándulas anales representan un rol clave en la “comunicación social” del perro, quizás para nosotros el ver como nuestro perro recién bañadito y limpio le anda oliendo el trasero a otro, nos desagrade y lo reprendemos, lo castigamos, lo apartamos de inmediato, o nuestro perro le muestre, en son de invitación su trasero a una persona, ¡claro está intentado decirle quien es! esto es básico para ellos.



Otra importancia de las glándulas perianales, que por cierto también la encontramos en gatos, es que su contenido también sirve como lubricante al momento de la deposición del animal.



Generalmente ellos solos vacían sus sacos anales cuando están llenos, pues entre otras cosas les ocasiona dolor.



Puede ocurrir que se les complique el vaciado, por la edad o gestación en hembras, entonces tenemos que ayudarles haciéndolo nosotros de manera manual, o llevarlo a su médico veterinario.



Las glándulas llenas que no se pueden vaciar pueden llevar al animal a problemas de salud como:



Infecciones.

Mal olor.

Abscesos.

Quistes.

Inflamación.

Adenocarcinoma.

Adenoma.



El hocico no solo como identificador. Y algunas enfermedades del mismo.



Ahora bien, la gran importancia del hocico no se queda en este “sistema de identificación”, y el gran sentido del olfato, de paso cabe mencionar la gran memoria olfativa que posee el perro, pudiendo memorizar olores de años atrás.



se considera el hocico el órgano más utilizado, ojo no el más importante, pues hay otros de suma relevancia; este órgano táctil es de gran transcendencia en el día a día de nuestra mascota.



Muchas ocasiones nosotros los dueños somos los causantes de estas enfermedades por falta de cuidados y atención.



Dentro de las comunes tenemos:



Dermatitis nasal. - por ser una parte de la piel muy sensible, es común; puede ocasionar daños irreversibles pudiendo encontrarse, ulceras, e inflamación, debe de dársele atención inmediata.





Infección nasal. – pueden ser causadas por hongos, bacterias, virus, pudiendo dejar daños severos en el hocico animal.


Resequedad. – Un hocico reseco, caliente, agrietado, es señal de alerta; puede ser consecuencia de las inclemencias del tiempo como exceso de exposición al sol, o mala hidratación.

Verrugas. - muchas ocasiones son consecuencia del virus de papiloma, cuidado, se propagan con rapidez, es peligroso y doloroso, puede afectar la cavidad bucal de manera muy drástica, además de afectar también otras partes del cuerpo.

Dermatosis. - afecta la piel del hocico, puede ocurrir por una baja del sistema inmunológico o por contagio directo con otro infectado. Puede iniciar con un simple hongo y degenerar en un fatal cáncer.

Podríamos continuar, por ejemplo, con las enfermedades dentales, que también forman parte del hocico. Y la cantidad de bacterias es considerable.

Pero la idea es darte las bases para que tengas mucho cuidado de estar besando a tu mascota en el hocico; ahora tienes los argumentos necesarios para no hacerlo, hay enfermedades que puedes contraer; las llamadas zoonosis.



No importan que tanto los cuidemos, realmente no sabemos a dónde andan metiendo el hocico y que huelen o lamen en nuestra ausencia.

Y no es satanizarlo, en ellos es instintivo; algo “natural”.

Por una vida animal digna

MVZ Amílcar J. Meza Rdguez.

El Arca Wamerú.