Gruñidos
Postura poco común; agazapado.
Contacto visual, mirada directa
Pelos levantados.
Orejas picadas.
Dientes expuestos. Hacia el otro perro, o posible presa.

Alerta: tu perro va a atacar.

Estos son unos indicios de que tu perro está en posición de depredador o a la defensiva, lo que lo llevará a un inminente ataque.

Lo que tienes que hacer es moverlo despacio, sacarlo de este estado, retíralo, redirige su atención hacia otra cosa, algo que lo saque de la tensión.

Y es que son varios los motivos por los que un perro puede atacar:

*Por depredación. – rara vez hay una advertencia de que va a atacar, por lo que el ataque puede ser repentino; afortunadamente este tipo de agresión no es común o frecuente en perros de compañía. Sin embargo, prevé que se le acerquen a tu mascota, la gente es imprudente y tiende a tocar con ligeros golpes en la cabeza al perro que están paseando, esto es una agresión para él, y responderá.

*Por territorio. – esto es parte del instinto ancestral del perro, defender su espacio, su territorio, este comportamiento generalmente aparece entre uno y tres años de edad.

*Por protección. - generalmente se manifiesta cuando tiene cachorros, su instinto los lleva a defender a su prole, mostrándose agresivos ante extraños. Y si hay afinidad entre perros y humanos al grado que el primero protege al segundo.

*Por posesión. –cuando consideran absolutamente suyo el juguete, la comida, el mueble donde él siempre se sienta y alguien lo ocupó, muchas personas piensan que las hembras tienden a ser más agresivas por posesión, no, es lo mismo con los machos.

*En defensa propia. –esta es una combinación de miedo y defenderse; el miedo le dice retírate, pero el instinto de conservación lo impulsa a defenderse y atacar. Podrás observar cambios de posturas entre agresivo y temeroso. Esta reacción es común “la mejor defensa es el ataque”.

*Jerarquía. –cuando el animal vive dentro de un entorno “social” y bajo ciertas reglas que marcan el liderazgo o jerarquía, esto evitará conflictos, debe siempre de haber una persona con suficiente carácter para estar arriba de la jerarquía que este canino pueda manifestar. Ojo: no se trata de someterlo, golpearlo, maltratarlo, de destruir su identidad para volverlo a rehacer a nuestro modo, ¡no! pero sí de dejarle saber que él no es el Alfa.

No se debe de permitir que se instale como líder de la familia humana, porque incluso puede haber reacciones de agresión en contra de niños de la familia. ¡cuidado!

*Frustración. - machos, hembras, cachorros o adultos, cuando lo sacas de su entorno “común” y lo encierras en un cuarto, jaula, incluso si lo reprimes obligándolo por el collar, la frustración es inmediata, así como la respuesta.

*Por redirección. - Miren: el perro está en posición o modo de ataque, su mirada fija sobre el objetivo, y nosotros intervenimos o alguien más. Sin controlar al perro. Sin sacarlo de esta tensión, el sigue activado en ataque y al ya no tener el objetivo directo; re direcciona el ataque hacia quien está interviniendo u otro objetivo.

*Agresión por dolor. – El dolor es otro factor que ocasiona este detonante, y pensarás, ¿dolor? ¿de dónde? Pues de los collares con puntas que comúnmente utilizan para “someter o educar” al perro, los llamados collares de castigo. Y claro si se siente mal y lo estamos molestando reaccionará.

*Por derecho a aparearse. - la sabia naturaleza lleva a los animales a competir para poderse aparear y reproducir, esto para que el macho más fuerte y dominante transmita sus genes a la descendencia, y resulte una camada más fuerte, más resistente.

Este “cortejo alrededor de la hembra en celo, los pone en un estado de agresión. Los niveles de testosterona se elevan y la competencia y agresiones son inminentes.

En varias ocasiones se ha cuestionado de él por qué el perro es agresivo, cierto, que en parte está en sus genes, pero también es cierto que mucho influimos nosotros, los dueños; de hecho, el 75-80% de que un perro sea agresivo y ataque es consecuencia de lo que nosotros le hemos estado inculcando.

El resto es su genética, su temperamento, que de acuerdo a la raza será más o menos explosivo.

Por lo que amigo lector, no satanicen al 100% al perro pues mucho es nuestra culpa.

Desensibilizamos al perro desde cachorro, poniéndolo a “jugar” con la chancla, el peluche, la playera, y le enseñamos a morder y jalar, a que no permita que se le quite de manera pacífica el objeto en cuestión.

Desde aquí ya estamos improntando condiciones en la conducta, sumado al estrés que ocasionamos al castigar o gritarle, logramos meterlo en un estado de ansiedad, lo que aumentará su agresión.

Te has preguntado, ¿para qué quieres un perro agresivo?

Un animal que tu no vas a poder controlar y terminará sacrificado, porque obviamente tampoco es candidato a adopción. Y además el meterlo a un "entrenamiento" para reeducarlo y quitarle lo agresivo, será más traumático, porque aquí si hay que entrar en lo más profundo de el para destruir y rearmar, y no garantiza que no vuelva a atacar. Qué necesidad de llevar a este ser a esa escala de destrucción.

Por favor conciencia; límites; respeto a la vida digna.

Estás a tiempo de pensar para que quieres un perro.
Y en ese contexto educarlo, recuerda que un perro bien educado en cualquier parte es bienvenido, en ocasiones más que un humano.



Por una vida animal digna.

MVZ Amílcar J. Meza Rdguez.

El Arca Wamerú.