*La vida es una maraña de situaciones que van formando la historia de todos y cada uno de los seres humanos, y esas situaciones son las que dan pie a las llamadas etapas de la vida, aquellas que son algo similar a cerrar una puerta y abrir otra, a pasar de una habitación a otra, encontrando nuevos ambientes, escenarios distintos, pero...¿ Qué tan prudente, necesario e importante es aprender a cerrar esas puertas?, ¿Cómo saber cuándo la persona está preparada para cerrar un ciclo y comenzar o abrir otro?
*La respuesta no es sencilla, ya que solemos apegarnos a las personas, a las cosas, a las situaciones, y lo que es aún peor, da miedo salir de la zona de confort. El apego y como se maneja depende mucho de la forma de ser, de ver y de tomar la vida cada persona.
*¿Qué es un ciclo?
*Según la RAE, ciclo es un periodo de tiempo que, acabado, se vuelve a contar de nuevo. Una serie de fases por las que pasa un fenómeno periódico.
*La vida es eso: fases, etapas, periodos. De hijo se pasa a ser padre; de padre se pasa a ser abuelo. En el colegio, del nivel de preescolar a primaria, de primaria a secundaria, y así sucesivamente. Y para que eso suceda, se tiene que tener la valentía de cerrar ciclos; de avanzar, dejando atrás muchas cosas, algunas, quizás, muy agradables.
*Eso es precisamente cerrar ciclos. Es finiquitar o dejar atrás algo, sin embargo, ya lo comentábamos, los apegos sentimentales son lazos muy fuertes y difíciles de romper a pesar de reconocer que es necesario.
*Precisamente, esos apegos hacen que la mente se quede atrapada en el pasado, obstaculizando el avance y truncado de alguna forma el presente.
*Los psicólogos afirman que cerrar ciclos es parte de la narrativa coherente de la vida; son puentes que unen pasado, presente y futuro; ofrecen una estructura para que en ese futuro se puedan evitar situaciones similares.
*La psicóloga Mariana Rivera recomienda:
1.No te aferres. A nada ni nadie y ten consciencia de que la vida es un constante cambio, por lo que siempre encontrarás nuevas formas de vivir.
2.Admite. Lo que fue o no, tu responsabilidad y qué papel juegas para que las cosas sean de tal o cual forma; esta es la mejor manera de aprender.
3.Acepta. Que todo lo que te ocurre es parte de la experiencia, ya sea positiva o negativa, te ayuda a crecer y por ello debes ser agradecida.
4.Aprende. A decir adiós, es fundamental y lo puedes hacer con un ritual, ya sea una carta de despedida o simbolizar de alguna manera el cierre de ese ciclo, sin que olvides la importancia de agradecer la experiencia.
5.Emprende. Por último, llega el momento de hacer nuevos proyectos.
*Hay que soltar, dejar ir, aunque la mayoría de las veces duela.
