CIUDAD DE CURITIBA.-Me encantaría escribir sobre temas más leves de mi país, pero en este momento es imposible huir del tema político; por qué estamos a las vísperas de una gran elección, donde habrá la medición de todas las fuerzas de la Derecha contra una persona: el ex presidente Luis Inácio Lula da Silva.

Para la Derecha es impensable que vuelva al poder y retire a Brasil del fondo de los pozos que esa misma Derecha lo colocó. Hoy el dólar estadounidense está valorando R $ 4,12 (cuatro reales y doce centavos) la más alta cotización de la moneda que el país ya vivió. La explicación es la indecisión política que estamos enfrentando.

Lula sigue siendo candidato. El partido de los trabajadores mantiene a Lula como candidato, aunque él no puede participar de los debates organizados por las redes de televisión brasileñas. Como muchos opositores políticos de Lula fueron enviados al Tribunal Supremo Electoral, 16 (dieciséis) contestaciones contra su candidatura. El plazo para la impugnación contra la candidatura de Lula concluyó a las 23h59 del pasado día 15 de agosto.

Esas contestaciones son de partidos y de ciudadano comunes contrario a que Lula participe en las elecciones. Esto se debe al hecho de que incluso en la prisión, Lula viene subiendo en las encuestas de intención de voto en todo el país.


LA PRESIÓN DE LOS TRIBUNALES

Lo interesante es observar que el pasado 16 de agosto, a la Procuradora General de la República, Raque Dodge, pidió al Tribunal Superior Electoral iniciara el recuento de los días para que la defensa de Lula se manifestara.

Según la página web del Partido de los Trabajadores: "Vale recordar que la persecución a Lula no es exclusiva del ministro: la (titular de la) Fiscalía General de la República, Raquel Dodge, también ha defendido varias veces la prevalencia de decisiones en el ámbito del derecho internacional en cuestiones internas del país, pero con respecto al ex presidente, ni siquiera se pronunció".

Para juzgar los pedidos contra la candidatura de Lula, fue indicado como relator el Ministro Luiz Barroso, en agosto de 2018. El Ministro Luiz Barroso va a seguir el rito y de esta forma el caso de Lula se discutirá en el Pleno del Tribunal Electoral a principios de septiembre.


LA DEFENSA DE LULA

De acuerdo con declaraciones de los abogados de Lula: "la inelegibilidad de oficio sólo puede ser reconocida, después de ser dada oportunidad a la parte para defenderse sobre su posible incidencia". Por tanto, la próxima semana será decisiva para la candidatura de Lula, pues la última encuesta apunta que tiene el 39% de las intenciones de voto; como el estado de Minas Gerais donde Lula llega al 41%.

Esto representa un gran peligro para la Derecha que posee todo el sistema de comunicación en su poder y se consideraba vencedora con Lula preso. Pero todos sabemos que quien va a decidir, de hecho, el destino de Brasil, son los Votos que serán depositados en las urnas electrónicas el 7 de octubre próximo, por lo que el clima es de mucha expectativa, porque si Lula se vuelve inelegible sus electores van a votar a Fernando Haddad o migrar a otro candidato.

Esta es la incógnita que vivimos hoy en Brasil.

EL MIEDO DE LA DERECHA

Estimados lectores: estamos en un nuevo momento, para que sepan la posibilidad de Fernando Haddad, de llegar a ser el candidato del Partido de los Trabajadores, ya se presentaron solicitudes de investigación de su vida cuando estuvo con el alcalde de São Paulo y sobre la construcción de una ciclovía que fue súper facturada, pero esos hechos fueron inmediatamente descartados por los abogados del Partido del Trabajadores.


LA PRENSA NO IMPARCIAL

Sobre la actuación de la prensa brasileña, es importante destacar la opinión del profesor Gaspard Estrada, director ejecutivo del Observatorio Político de América Latina del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po). Opina:

"Para mí, es muy claro una posición de la prensa contraria al ex presidente Lula, al PT, y a la mayoría política que se visualiza en Brasil a lo largo de las cuatro últimas elecciones. Y ahora, las encuestas muestran que si el ex presidente Lula estuviera libre para competir, probablemente vencería de nuevo".

Estrada cree que hay en el país una mayoría política en favor del Partido de los Trabajadores, a la que la mayoría de la prensa se muestra contraria. "Así, los medios intentan influenciar el juego político, no informar acerca de él".

En medio de ese juego, están los ciudadanos que desean un país con más igualdad social y donde todo puedan vivir con dignidad por tener sus derechos asegurados.