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Por sobre el domingo familiar`¦<br />
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Hoy se verá qué tanto ha remontado el porteño jarocho, natural y avecindado, sobre el bendito domingo `familiar` sagrado, o unipersonal de la misma esencia, sobre los llamados de tipo social como el de hoy a manifestarse: por la mañana a las diez, desde el asta bandera hasta el zócalo contra la Inseguridad, encabezados por la Barra de Abogados dice el doctor Arturo Mattiello quien aclara que no es él el convocante; y por la tarde, los convocados a través del face `el malecón es nuestro` iniciativa del antropólogo Manuel Polgar, director de la Casa de la Cultura de La Antigua, para todos quienes protestan por la ocupación de la SEMAR en la Macroplaza del malecón, con punto de reunión a partir de las 6, en las inmediaciones del café Parroquia de Marcelino Fernández.<br />
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Como si nada hubiera pasado`¦<br />
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Ayer, precisamente en la Macroplaza del malecón, hubo la exhibición del `músculo` por el SNTE veracruzano de los Calleja, padre e hijo, quienes recibieron al gobernador de Veracruz Javier Duarte y al titular aún de la SEV, Adolfo Mota, con el grito reiterado y machacón de `equipo equipo equipo equipo` que desgañitó hora y media antes de la concentración y los discursos, al `animador` que puso así­ de relieve que los maestros, una vez más, van donde la corriente les lleve: el año pasado el grito de los muchos ahí­ era `no somos uno no somos cien prensa vendida cuéntanos bien`, misma arenga ya olvidada, y más ante el anuncio ayer hecho por JDO: que habrá aumento salarial y retroactivo para los maestros veracruzanos. Todos aplaudieron a rabiar al lí­der y a su vástago: los maestros remontan sobre sus `cantadas` cenizas y el magisterio veracruzano ya no piensa en las Reformas de EPN más que sacar el máximo provecho, y los que se van, para tratar de vender, a toda prisa, sus plazas antes de que les llegue de verdad el hacha, que a estas alturas no entienden cómo fue y cómo viene.<br />
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Una verdad como una losa`¦que no loza, aunque ambas hacen ruido...<br />
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Todos hablan en voz baja en Veracruz, en las ciudades medias, de `aquellos` a los que no se atreven a llamar por su criminal nombre `“da lo mismo se llamen `chana` o `juana` dicen, son la misma basura-; y que volvieron o nunca se fueron realmente, y que siguen jodiendo a los veracruzanos: el `cobro de piso` es una Realidad para muchos Comerciantes y Empresarios en muchos municipios veracruzanos. Triste situación. Indignada queja de los Extorsionados. Desesperanza, desazón, rabia. Pagarles a los criminales una especie de `renta` por dejarlos trabajar. Los ubican, los presionan, los asustan y amagan: `sabemos todo de ti, de tu familia, de tus amigos, te vamos a dar en la madre si vas a chillarte`, palabras sucias, más o menos y las mismas, en todos los casos con la única orden: trabajas y pagas, y no te pasa nada. Muchos lo hacen, resignados. Otros se rebelan. El dato es impreciso. Apenas vislumbrado. `Vivimos como dicen que viví­an en el Chicago de los años 20`¦` me dice un socarrón empresario de cuarta generación de españoles aquí­. Sacó a sus dos hijas bellí­simas hace años de Veracruz: están en la Madre Patria confirma, y un dejo de nostalgia se le nota en los ojos: `la madre ya hace tiempo partió para acompañarles, aquí­ estoy solo`¦`. Otra mujer se debate en los recuerdos y en el callado amor por un Veracruz marino y cálido, acogedor, amistoso y solidario que conoció de niña de la mano de sus jóvenes padres: segunda casi tercera, migración no tan sonada como la que vino en el Sinaia; y que por lo mismo, fue acaso más arraigada y por lo mismo hoy se niega aún a dejar: `mis hijos viven en Canadá y me dicen ¿Qué haces allá todaví­a, qué esperas?, si sigues no conocerás a tus nietos`¦` La mujer retuerce sus finos dedos de las manos, esforzándose por escribir, bien, sus sentimientos, sus emociones, `no sé` me habí­a dicho. Yo le veo y creo entender, compartir, el dolor de esta otra migración forzada que se vive en el paí­s. Pienso en los amigos de `la sopa` en Xalapa y lo que habrán pasado. Pienso en otros amigos ahora trasterrados, desplazados. Pienso. Y parafraseando a Sor Juana: triste pensamiento que sólo tiene el provecho encontrado.<br />
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Sobrevivir, de mil maneras`¦<br />
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La otra cara es la de la Resistencia. Esa que por no tener otras ví­as de escape resulta creativa en sus mil maneras. Son de miles de veracruzanos, de millones de mexicanos: los que nos quedamos por convicción o porque no hay de otra y `aquí­ nos tocó vivir` dirí­a la Pacheco. Se sobrevive en el Escape de la Negación o de la Esperanza: dos extremos que se tocan por lo mismo. En el aquí­ no pasa nada y si pasa `no es tanto y no es mucho`, se oye. Lo decimos incluso. Y por dí­as estamos convencidos: no es tanto, todaví­a. Sí­ están trabajando. Sí­ están preocupados el defeño Bermúdez y los suyos. El chiapaneco Burguette y su gente. En fin. Aquí­ estamos. Seguimos. `Los buenos somos más` dice la gente buena, y es cierto. Lo que pasa es que, por dí­as, no se ven. No nos vemos. Acaso nos leemos. Nos escuchamos. La Esperanza muere al último.<br />
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PROCUREMOS PASAR UN PACíFICO DOMINGO`¦<br />