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Selfie para el Ego y los intereses`¦.<br />
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Sucedió en la décima visita de Enrique Peña Nieto a Veracruz: los polí­ticos tomándose el autorretrato de moda con el habitante priista de Los Pinos: luciendo sonrisas, relojes, cercaní­as. En la clase polí­tica veracruzana que gobierna se comprende: es suyo `“de sus filas partidistas, se entiende-; el primer mandatario del paí­s. Lo que `salta` ahí­, es la `selfie` del hijo mayor del Clan Familiar Yunes: al alcalde panista de Boca del Rí­o se le ve sonriente, nada ajado o preocupado, menos con sus muecas habituales y su ceño fruncido; no se le ve para nada angustiado o adusto reclamando la liberación de su empleada la titular `“con licencia dada por él- del Instituto Municipal de la Mujer. No se supo que se le colgara al brazo a EPN para exigir con la urgencia del caso, la liberación de Marijose Gamboa; la columnista crí­tica que hizo apostolado diario de la causa e intereses polí­ticos de su Clan familiar. ¿O sí­? No lo supimos. Solo vimos la `selfie` de Miguel Ángel Yunes junior con EPN y el comentario mordaz de los observadores: los Yunes azules jamás se pelearán, de verdad, con el Poder. Mientras, a su empleada utilizada y mal aconsejada, los acontecimientos le crecen como en espiral o `bola de nieve` agrandados, gigantescamente desorbitados, por la Soberbia propia y de uno y otro bando. En tanto, sólo dos ví­ctimas: el muerto del que ya pocos hablan, y una pequeña que, de seguro, extraña a su mami. Qué pena el espectáculo siniestro de la polí­tica a la mexicana. <br />
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¿Y los Valores?<br />
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En México, y en Veracruz la ciudad, particularmente, ya es para pensarse ir al cine: el espectáculo masivo que aquí­ tanto encanta `“según estadí­sticas de los consorcios de las salas de exhibición, el estado de Veracruz es `cinéfilo` de hueso colorado, y la ciudad y su conurbación se llevan las palmas-; conlleva armarse de Paciencia y de Tolerancia, porque la masa en general, con sus honrosas particularidades,es grosera y mal educada. Y es en las salas de cine, donde más se expone la situación que priva en la calle mexicana: se han olvidado las reglas mí­nimas de Cortesí­a y Educación. Ya se han perdido. Y culpa de ello la tienen los padres y madres mexicanos. Sin más. Se educa en Casa. A la Escuela se va a aprender. Al menos eso decí­a mi madre y muchos maestros de los de antes. Es increí­ble ver que los jóvenes y niños de ahora no le tienen mí­nimo respeto al extraño adulto, porque atrás suyo tienen a unos padres y madres que tampoco. Menos respeto les merecen sus iguales. De ahí­ el acoso escolar. Ayer, en la fila del cine en Boca del Rí­o, me sorprendió ver a tres chicos pubertos que lucí­an camisetas blancas con leyendas como `soy mujer poderosa, creativa, especial`¦` y otra: `yo soy mujer única, especial`¦` y la del chico: `soy un hombre poderoso, único`¦` y no alcancé a ver el `logo` frontal de sus camisetas blancas que supongo, los congrega en una especie de clase colectiva de `coach`, ahora tan de moda, y que les vende estas ideas a unos chamacos que no alcanzan los quince años, pero que son incapaces de hacerse a un lado cuando otro chico no uniformado, con palomitas en mano y refresco, les dice reiteradamente: `¿me dan permiso?`; cosa que nunca le proporcionaron claro. No se diga los adultos: mujeres de uñas postizas, pintadí­simas y con tacones altí­simos que no revelan el sufrimiento que el sobrepeso o la obesidad mórbida les inflige a sus rodillas; le avientan a una el bolsón por delante, `clavadas` en la pantallita de su celular, a manera de pasar por en medio sin balbucear un `con permiso`. Lástima de ropita dirí­an en los ranchos. Y ya en las salas, ver la pelí­cula con mayorí­a de personas hablando, sonando sus celulares o `platicando` la cinta, es de horror. Recuerdo el `promo` que una cadena de cines tení­a hace años y que lo pasaba antes de la pelí­cula: palomitas regadas, latas y vasos de refresco y unas `patitas` de cerdito se cruzaban. Era `chistoso` e ilustrativo. Obviamente generó malestares: en los `cochinitos` y en los defensores a ultranza de los animales que hasta el Humor han perdido en sus batallas. Pero era efectivo: la gente al menos, se moderaba. Poní­a este anuncio además, el signo de `shiiiiiii` para que guardaran silencio, y una lí­nea roja cruzando el celular. Hoy ni eso. Las Salas de Cine, están para el negocio. Ya lo mejor es escapar al cine en San Lunes o en matinés: y huir de la masa de chamacos mal educados y adultos peores.<br />
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Sex tape movie<br />
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Y qué pena constatar que, en efecto, el tiempo es implacable: qué horror; Camerón Dí­az en esta cinta de comedia ligera que tan bien le va, no puede ocultar el paso de los años. Ya no es la sensual rubia simpática de la entrañable `In her shoes` y el look de jovencita se pierde en la recreación de esta historia que en México titularon `nuestro video prohibido`, pero que es realmente una cinta de video sexual, si nos atenemos a la traducción rigurosa. El mundo del `porno` casero que en el vecino paí­s tiene gran demanda, es presentada aquí­ en una edulcorada trama en la que Cameron lleva todo el peso que puede soportar su bello y delgado cuerpo, que aún aguanta cámara, no así­ su rostro: porque sus acompañantes, el tal Jake Kasdan es malí­simo como actor; no se diga la pareja secundaria de sus amigos: malos malos; por algo son secundarios desconocidos. No se diga el que la hace de promisorio jefe: su casa y lo que sucede en ella, cae en la tí­pica cinta gringa de humor: nada memorable. Los niños medio la salvan y el gordito, monstruoso estafador en ciernes, enví­a bien el mensaje en la cinta de que los hijos mal educados y manipuladores, no sólo los padecemos en México. La pelí­cula entretiene, y con ganas te hace reí­r por momentos; y por otros, para las parejas que hemos experimentado el matrimonio con o sin hijos, seguramente habrá dos o tres situaciones que los lograrán conectar con el eterno dilema de la unión. Para pasar el rato está: palomera. Una alita mercurial sí­ se lleva.<br />
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QUE PASEN UN PACíFICO DOMINGO`¦<br />