Un insolidario sentimiento.<br />
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En la madrugada porteña, a eso de las dos, en pleno centro de la ciudad marina, se oyen las voces agudas y graves: una mujer y un hombre discuten; ella, una descompuesta y monocorde flauta; él, apenas un remedo de cajón sonoro, pero los dos, jóvenes: se revela en los timbres vocales y en el ritmo firme de los pasos, la pisada arrastrada de él, el taconeo nervioso de ella y de momento un `plash` fuerte, seco, que la acústica de la acera solitaria magnifica y enseguida el grito de ella y la voz trocada en mocos: `¡Raúl! ¿por qué me pegas?`, y la respuesta aún más estridente: `porque eso te encanta, puta`¦` y de inmediato la pregunta de ella repetida dos, tres veces; y los gritos de él: `vete a la ver`¦.` , seguidos de unos pasos masculinos que corren de verdad; seguidos de los femeninos acompañados de la misma, insistente pregunta: `¿por qué me pegas`¦?` Y a esa hora, insomnes, más de una escucha obligada y femenina, pensará que tiene razón la copla jarocha: `no tiene perdón de Dios/quien le pega a una mujer/no tiene perdón de Dios/si no le pega otra vez`¦` Porque hay mujeres que de verdad, se lo merecen. Y no hay discurso feminista que me explique, convincentemente, esa jodida vocación de algunas por hacerse las mártires o la ví­ctimas. Me hundo nuevamente en el sueño: y ahí­, persigo a varios raúles a los que no les pregunto, ni de chiste, por qué me pegan, si no por qué, me huyen`¦<br />
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Una sensación`¦<br />
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Es una mañana fresca, tempranera, inundada del espectáculo de la mujer dormida entre nubes blancas que parecen perennes: porque no cambian, no se mueven un ápice: aire suspendido e increí­blemente limpio; las rarezas de un altiplano mexicano que el resto del paí­s siempre verá y vivirá en los extremos: el absoluto amor o el más terrible de los rechazos. O en medio, un certero e inconfesable miedo irracional: a los espacios monumentales, a las masas, a la gigantesca red de comunicaciones, a la violencia que se manifiesta de miles maneras y que por décadas pareció ser el `sello de casa`. Pero que en este 2014 que se antojaba tan lejano al inicio de la década, con el `cambio de rumbo` del paí­s, y la salida del PRI de Los Pinos, para caer en el desencanto atroz que provoca siempre la Simulación; desconcertadamente pací­fica. Tranquila por zonas. Bellí­sima en reductos como todo ese paseo arbolado cerca de la Casa Lamm, donde los perros parecen ser tan felices, con `amos` corriendo atrás de ellos levantando sus cacas en bolsitas de papel `reciclado`, todo muy `nice`, muy `americano`, muy defeño como ahora es, hace ya ¿más de una década? , y ve una pasar a los ciclistas en esa mañana fresca, frente a un caliente café, `americano` también, y un `bí­squet` cuya fealdad y soso sabor, me hace confirmar que hay gustos incomprensibles que ninguna nacionalidad cercana, o ajena, me podrá dilucidar nunca. Pero los ciclistas me dan admiración y envidia: la energí­a que trasmiten paseando por esa glorieta hermosa que se antoja centenaria; y ver esas caras que denotan que nunca han vivido una `balacera` o les han asesinado a amigos y a colegas. Caras que tampoco son de duelo claro, como el que me trajo ahí­ a principios de este año`¦<br />
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Certezas, convicciones`¦<br />
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Aquí­ son los extremos: en las calles, en el trabajo y en las escuelas y como generalidad: la hostilidad en todas sus formas y matices. Por dí­as aumentadas, por años, tolerada. Son pocos los que se revelan a esta y hacen valer un poco de la exigida, anhelada, Calidad de Vida, que se ha ido perdiendo gracias a una `clase polí­tica` en su mayorí­a desmemoriada y voraz; tan nociva como infame y que ha procreado, adrede, masas mal educadas y que tienen ahora sus `representantes` en las cámaras legislativas y en los gobiernos federal, estatales y municipales por todo México. La violencia del Narco es sólo la Revelación de lo que la Sordidez hace en un paí­s que no ha apostado por la Educación. Aquí­ el cotidiano se marca por un monopolio mediático de televisión y radio `“duopolio le dicen ahora, pero que no se diferencia en nada- que administra la estupidez, la cursilerí­a y la vulgaridad: novelas, programas de `concurso` y `realitis` a cual más indignante y pobre, pobrí­simo: en lenguaje y Valores que hace mucho se perdieron, por la exaltación del yerro: `cien mexicanos dijieron`, así­: `dijieron`, y eso les da risa. O una esperpéntica peruana que ni la Inteligencia de su paí­s soporta, es aquí­ una `estrella`. Y todo ello sin embargo, queda atrás, cuando uno se adentra en lo bueno de México: chicos dedicados a la Ciencia, a la Tecnologí­a, al Deporte y a las Bellas Artes en todas sus manifestaciones y siguiendo los pasos y las enseñanzas de maestros igualmente nobles y talentosos, lo mejor que tiene mi paí­s. Cuando una disfruta la Gastronomí­a rica, variada, sabrosa y sana, que desconoce las cadenas de hamburguesas y hot dogs, o las pizzas rápidas o esos pollos gringos que son todo menos sabrosos, ya no digamos sanos. Cuando se disfruta a la Familia o a los amigos: a toda esa cadena de relaciones que lo sostienen todos los dí­as, los que hacen y procuran, que uno aquí­, tenga más por qué luchar y mantenerse.<br />
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Dí­a de la Marina, hace años, en la Cuenca...<br />
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Pasto verde, olor de pasto recién cortado. Acostada sobre el "campito" de fut, viendo a los amigos jugar. No existí­an los celulares. Todo era tan bello: papás en casa, hermanos y hermanas, sensación de fiesta cotidiana. Los dieciséis vividos a plenitud: sana, fuerte, delgadí­sima como nardo floreciente, siempre hinchada de manos por la piel dura del balón de voly: renegrida e insolada, pegada la blusa blanca a la espalda por el sudor vigoroso. Y la noticia: habí­as nacido ya. No recuerdo cómo lo supe. Sólo que en ese momento ya no quise estar ahí­ y lo único que querí­a era correr a casa. Pero tuve que esperar algunas horas más para conocerte: manos de muñequita y dedos larguí­simos. La fiesta intensificada en casa, a partir de ese instante y hasta años después, como ahora: feliz cumpleaños Elisa, te queremos mucho. <br />
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FELIZ DOMINGO....A LA DIABLA...<br />
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