Debido a la pandemia escuelas de enfermería suspendieron las prácticas escolares en hospitales públicos, por tal motivo algunos planteles optaron por utilizar maniquís o sistemas de monitoreo, sin embargo, es insuficientes en comparación a la atención que se brinda en un trato directo con los pacientes.

El presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Facultades y Escuelas de Enfermería, A.C. (FEMAFEE), Francisco Cadena Santos, admitió que la medida se tomó para evitar exponer a los estudiantes a contagios de Covid, pero se requiere de la práctica para que egresen bien preparados para atender casos reales.

“Nosotros como formadores de recursos humanos siempre hemos hecho las prácticas directas en los hospitales, pero por razones que ya conocemos no se puede ir a los hospitales, porque ponemos mucho en riesgo a los alumnos, a los maestros que tendrían que ir a supervisar las prácticas”.

A nivel nacional estimó que son 3 mil alumnos de enfermería que en dos años no tomaron prácticas en hospitales, por lo tanto no conocen lo que es estar en contacto con un paciente

Ante ello las instituciones se dieron a la tarea de buscar alternativas para mantener la calidad educativa, pero se analizarán las opciones y el regreso escalonado a las actividades normales.

Una de las la estrategia sería introducir a los alumnos en prácticas de atención de servicios ambulantorios, que no requieran atención en hospitales con áreas de Covid.

“A nivel nacional estamos hablando que tenemos más de 3 mil alumnos que no han ido a la práctica, lo hacemos con un monitor, con un maniquí, pero nunca es lo mismo que con un paciente real”.

Reconoció que los estudiantes requieren continuar sus estudios con actividades fuera de las aulas para la correcta formación de enfermería, pero esperarán la instrucción de autoridades del sector salud para reiniciar el regreso escalonado a las actividades presenciales, que conlleva 60 por ciento de clases en aulas y 40 por ciento de actividades de prácticas.

Ante las condiciones que demanda la emergencia sanitaria evaluarán los hábitos de estudio de las nuevas generaciones, para adaptar la estrategia de enseñanza a alumnos que en dos años no estuvieron en aulas y ahora inician una formación profesional de nivel superior.