El domingo de Resurrección o la pascua marca el final de la Semana Santa, en la que se conmemora la muerte y resurrección de Jesús, a lo que el Obispo de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo invitó a poner en práctica las enseñanzas de esta festividad en la vida diaria.

“Fundamentarme la resurrección de nuestro señor Jesucristo, un hecho histórico con muchísimos testimonios que incluso van más allá de los evangelistas, hay documentos históricos donde se habla de Jesucristo y para nosotros los creyente es importante el significado que tiene porque es el sello de autenticidad que Dios padre le da a su hijo en su condición de hombre y lo que afrontó por amor al padre y por amor a nosotros, la muerte en la cruz” Dijo.

Explicó que la resurrección tiene mucho significado no solo para los fieles cristianos si no para el mismo Jesús, ya que esta resurrección es para él es el sello de ser el enviado de Dios para la misión propia ya que no solo viene al rescate del pueblo elegido si no al rescate de la humanidad entera porque su muerte, es muerte para expiar los pecados del mundo.

“Esta resurrección además nos invita a reconciliarnos con Dios, pero la resurrección además es un premio para Jesús que recibe por sobre todas las criaturas, como hombre, ese poder, ese señorío porque fue en su condición humana, dócil, obediente y amoroso al padre y a nosotros, significa también el poder acceder a ser hijos adoptivos de Dios y recibir la misma gloria que Jesús”

Dijo que la resurrección trae consigo todos los bienes que han sido preparados por Dios a lo largo de la historia, la redención que cristo le ha obtenido a la humanidad y a la vez la victoria sobre toda esta condición humana que se vive hoy en día, precaria y condicionada al sufrimiento y a la muerte.

Con respecto a cómo pueden los creyentes llevar a la práctica la enseñanza de la Semana Santa en la vida diaria, el Obispo recordó la escritura de San Pablo.

“San Pablo compara la vida con la levadura, dice que debemos de celebrar la pascua como panes ácimos, considerando como si la levadura fuera un ingrediente de corrupción, la que hace normalmente que el pan se esponje y sepa rico, el utiliza esta comparación y lo ve como una contaminación, nosotros tenemos que ser como el pan ácimo, puro sin nada, es decir volver a nuestro origen, a una vida inocente, a una vida santa, a una vida pura alejada totalmente de la contaminación del pecado, porque hemos sido purificados por el bautismo, ahora la consecuencia es que vivamos como lo que empezamos a ser, hijos de dios, santos”

El domingo de Resurrección, asegura es un día de redención, la cual compromete es válida para todos, incluso para quienes han realizado actos delictivos afectando a los demás, dijo que al arrepentirse pueden lograr tener un lugar al lado de Dios.

“Yo pienso que ante todo estas personas deben conocer a Jesucristo en una experiencia espiritual porque eso es lo que les posibilita el arrepentimiento y de poder obtener el perdón y rehacer sus vidas, aunque humanamente deban ser condenados y juzgados por lo que hayan hecho, están en esa posibilidad de poder rescatar sus vidas para Dios”.

Consideró que hay a quienes les puede pasar lo mismo que a Jesús quien fue condenado injustamente, pero que si ellos aceptan incluso el castigo humano por sus delitos deben tomarlo como una expiación también de sus pecados como lo fue la muerte de cristo.

“La muerte de Jesús fue la expiación de todos los pecados del mundo que ellos tomen su castigo como expiación de sus propios pecados, que se arrepientan y traten de que su vida cambie, esa es la manera de rescatar las vidas de aquellos que han pecado”

El Obispo de Veracruz ofició la misa de Pascua en la Catedral de Veracruz, Nuestra Señora de la Asunción a las 18:30 horas, dando por terminada la celebración de la Semana Santa, invitando a todos los presentes a llevar una vida en armonía con Dios y los que nos rodean para poder salir delante de los problemas sociales que golpean a la humanidad.