** Circulan en la ciudad de Veracruz y su zona metropolitana que engloba Boca del Río, Medellín, y los lindes de Alvarado, billetes falsos de 100, 200 y 500 pesos que, de primera vista, son indetectables: máxime si estás trabajando en la calle o en “tiendas de conveniencia”, donde las filas son largas porque el turismo se las apropia como depósitos 24/7 de alcohol.
** ¿Qué pueden hacer las policías Naval y las municipales? Muy poco o realmente nada: habida cuenta que en Veracruz y por pleitos políticos del gobierno MORENA, no hay coordinación policial entre corporaciones; y “el código rojo”, de supuesta acción rápida ante emergencias, e implementado desde la SSP del marino Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla vergüenza de la SEMAR, ya es una frase de burla entre los veracruzanos por estos días: entre puyas y bromas, vecindarios completos, amigos en reuniones de trabajo o café, y familias en su día a día, te dicen ante algo que no te gusta o cualquier reclamo: “espera, activo el código rojo…”
** Es decir: esperar a nada.
** Y los veracruzanos lo saben y se ríen, en ese humor del negro al ácido, tan característico de los jarochos de algunas zonas de la entidad: el “código rojo” es algo sabido en este sexenio de Cuitláhuac García, que no sirvió ni sirve, para nada, porque aunque “se active” sus resultados son nulos: nunca atrapan a ladrones de casas o joyerías; nunca capturan a criminales que botaron cadáveres despedazados, menos a los que agredieron salvajemente a mujeres uniformadas dejándolas yertas en la vía pública; tampoco ha servido para rescatar a las féminas uniformadas que han sido “levantadas” en pleno día y frente a sus blandengues compañeros, tan aterrorizados como ellas.
** Así que, si circulan billetes falsos por toda la conurbada (no hemos sabido de otros municipios hasta ahora…) lo único que se tiene que hacer es que todos quienes trabajen en las calles, y los Comercios establecidos de FEMSA, tienen que invertir en las “plumas detectoras” que, por precio realmente mínimo si se toma en cuenta su utilidad, se venden en papelerías de prestigio: porque todo el fin de semana nos llegaron reportes en la ciudad de Veracruz, de gente (muchos turistas hay que consignarlo) que pagó con estos billetes.
** Y aunque se enoje la fanaticada de MORENA, aquí en la conurbada al menos, prestadores de servicios y pequeños comerciantes, ya hablan de un “turismo del Bienestar”, a esas “oleadas” de gente de otras entidades, cuyos adultos y jóvenes parecen no trabajar ni estudiar en ninguna época del año. Pero bueno.
** Volviendo a lo de los billetes: al tacto, de alguien inexperto, los billetes no parecen falsos: el papel casi logra su cometido, y solo una observación atenta detecta que lo son, porque los hologramas son opacos, no cambian de color, y los “filos” del corte del billete denotan la poca precisión lograda y se notan “filos” delgados blancos, propios de una fotocopia. Increíble el grado de precisión, eso sí, que han logrado aparatos de impresión de “última generación”, y que sirven para estas estafas.
** Es lamentable que sean mayormente mujeres trabajando en las calles porteñas, las que sean objeto de estas estafas de gente maleante: les han pagado antojitos, tacos, aguas, y toda clase de comida que con mucho esfuerzo e inversión ahorrada o de préstamos, éstas mujeres emprendedoras logran realizar en nuestras calles: chicas que venden sánwiches; tacos “de guisado”, volovanes, ensaladas.
** Da mucho coraje e impotencia que al final del día, comprueben que fueron estafadas: este robo o asalto es de igual resultado aunque con otro método. ¿Qué hacer con los billetes falsos? Pues tomarles fotos y subirlos a sus redes sociales y así consignar que Veracruz y muchas de sus ciudades, han dejado de ser los paraísos donde “no pasa nada”, porque cada día pasa, y mucho.
** Es dejar constancia de estas acciones criminales contra el Comercio establecido y el informal, y es alertar a las Policías a ver si, de milagro, en alguno de estos días llegan a topar con uno o algunos de estos estafadores.
** Porque “un código rojo” para impedir la propagación de la estafa, es una burla ya lo dijimos, en este gobierno de Cuitláhuac; y si confirmamos que en este sexenio no evitaron el cáncer de la Extorsión al mediano y pequeño comercio que se extiende por Veracruz: y que todos los afectados están sabidos del mal, y la mayoría siguen callados.
** Martes, que no los sigan embarcando.
DEL DICCIONARIO A LA DIABLA…
CÓDIGO.-Dícese en Política y en Seguridad, de un método que rige un procedimiento.
ROJO.-Color de la Alarma o de la farsa.
OMISIÓN.-Dícese de la falta grave de una obligación o responsabilidad.