Francia conquistó su segunda Copa del Mundo este domingo tras vencer a Croacia en la final de Rusia 2018 con un marcador de 4-2.

Es la segunda obtenida desde hace 20 años, en 1998, cuando Francia fue la sede.

Los goles de Francia fueron un autogol de Mandzukic, Griezmann de penalti, Pogba y Mbappé. Por Croacia marcaron el mismo Mandzukic y Perisic.

Los franceses ratificaron su posición de favoritos desde el comienzo del certamen y en el camino eliminaron a selecciones de peso: Argentina, Uruguay y Bélgica.

Croacia, en tanto, termina en segundo lugar, el mejor resultado en un Mundial para la nación balcánica con una población estimada de poco más de 4 millones de habitantes.

Brasil, la pentacampeona del mundo, lidera el palmarés del Mundial de fútbol seguida muy de cerca, con cuatro títulos, por Italia y Alemania, vigente campeona que se quedó sin reeditar el trofeo al caer por primera vez en su historia en la primera fase en Rusia 2018.

Inglaterra (1966) y España (2010) también suman un Mundial, mientras que Argentina y Uruguay acumulan dos en el privilegiado ranking de equipos triunfadores (ocho) en una final de la Copa del Mundo.

Pero aunque este equipo representa un país europeo, lo cierto es que representa también otra cara del fútbol y la política: la inmigración de ciudadanos africanos a Europa, pues la mayoría de estos jugadores son hijos de inmigrantes africanos.

Tiene en sus filas a varios jugadores con nacionalidades y ascendencia africanas y caribeñas, y ahora son una imagen la esperanza para millones de personas que sueñan con que su equipo levante el codiciado trofeo del fútbol internacional que otorga la FIFA.

En Francia, de los 23 convocados que fueron a Rusia, 14 son de origen africano.