La entomofagia es la ingesta de insectos, arácnidos y artrópodos en general, como alimento de consumo humano y animal, y que en México prevalece en algunas zonas y culturas, como Oaxaca, entre otros.

La existencia de los insectos en la tierra es mucho mayor que la del hombre, que lleva apenas un millón de años, mientras que los insectos la han habitado desde hace más de 300 millones años,

Este hábito alimenticio es muy extendido en algunas culturas de la tierra en Latinoamérica, Asia, África y Australia, según la bibliografía existente.

En todo el mundo, muchos grupos étnicos lo integran en su dieta, y forman parte de sus tradiciones y cultura.

En México todas las etnias nativas lo han consumido desde épocas prehispánicas incluso hoy lo siguen haciendo. Tal es su presencia en la historia de la humanidad, que incluso la Biblia lo menciona, refiriéndose a Juan el Bautista, el cual se alimentó de langostas, (Levítico, cap.11, versículos 21, 22) una especie similar al grillo.

Repugnantes para algunos que incluso se generan fobias, mientras que para otros los insectos y sus variedades, son de completa aceptación.

Adaptándose constantemente al cambio evolutivo, demostrando un organizado desarrollo social, con un ciclo de vida corto y un potencial reproductivo elevado, dando una enorme ventaja en su biomasa. La mayoría de las especies se consumen en estado inmaduro, es decir larva o pupa, sin llegar a ser adulto; aunque en algunos casos la ingesta incluye todos los niveles de desarrollo.



México consumidor de chapulines.



Varios estados de la república Mexicana son consumidores de insectos entre ellos: Veracruz, Guerrero, Chiapas, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro, Jalisco, Michoacán, e indiscutiblemente Oaxaca, siendo el estado donde más se consumen.

Del orden Orthoptera, familia Acrididae, nombre común chapulines.

Se les da diferentes nombres dependiendo de la región geográfica de su procedencia, pero entre los más comúnmente comestibles están: Sphenarium, Schistocerca, Taeniopoda, Trimerotropis, Spharagemon, Plectotetra y Melanoplus.

Poseen una gran riqueza en vitaminas, básicamente las del grupo “B”, proteínas, minerales como sodio, potasio, fósforo, y algunos ricos en grasas.

Los chapulines contienen entre el 70 y 77 % de proteína, a diferencia de la carne de res con solo un 50-57 %, y la conversión alimento carne nos da un mayor rendimiento; de 2 kilos de alimento, se obtiene un kilo de masa de insecto. Por otro lado se necesitarían 8 kilos de alimento para generar un kilo de carne de res. Y el valor en el mercado puede llegar a los $1000 por un kilo. (Varía dependiendo la zona y estación del año)

Fuente importante de proteína con un valor nutricional que genera hasta un 50 %, si le sumamos la aportación de grasas poliinsaturadas, similares a las del aguacate, o nuez, mientras que la carne de ternera nos da un 20%. Como vemos la opción o rendimiento es extraordinariamente eficiente.

Ahora bien, fíjense que esta tradición que ha estado en nuestra cultura, se empezó a perder porque la “cultura occidental” la veía como algo indigno de ciertos niveles de la sociedad, como algo de extrema miseria, propio de personas que están aisladas del mundo o entorno social.

Vamos, directo: si comes grillos o chapulines es porque vives en los arrabales de la civilización.

Si se hicieran granjas para la reproducción de insectos, chapulines en este caso, se considerarán como granjas de bajo impacto ambiental, esto por la ingente comparación de los gases de dióxido de carbono producidos en la ganadería tradicional, contra los menos nocivos gases de metano y óxido de nitrato.

Todo esto ha llevado a revolucionar el mercado, no solo el tradicional que venimos arrastrando de nuestras antiguas culturas.

Lo que en nuestro país ha sido una tradición milenaria, ahora está “saltando” a la cocina europea como algo exótico, y en diversas presentaciones; tal es el caso de la harina de insectos, los grillos salteados, barritas de proteína de grillo altamente consumibles en el mundo fitness; cada barrita energética está conformada por 14 grillos y las hay de diferentes sabores, fresa, piña, chocolate.

Debo admitir que soy un poco quisquilloso con esto de la entomofagia, pero después de probarlos y saber el aporte nutricional que le daré a mi cuerpo, pues si los consumiré.

Una alternativa más de proyecto productivo en traspatio de casa. Anoten: es el tercero que les doy.

La ONU prevé que para el 2050 el planeta esté habitado por 9,000 millones de personas, por lo que es prioridad encaminarse hacia una fuente de alimentación, siendo los insectos una alternativa 100% natural, económico, y respetando el medio ambiente.

La industria de la carne se ha estado desequilibrando por plagas como en el caso de la plaga en cerdos, gripe aviar, ambos en China. Con repercusiones insostenibles. Ya les hablamos de esto.

Países europeos ya están en la línea de la producción e industrialización en masa de insectos para consumo humano y animal.

Nosotros los hemos tenido siempre, no esperes a que nos llegue de otro país. Procesado y más caro.

Por una vida animal digna.

MVZ. Amílcar Meza Rdguez.

El ARCA Wameru.

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