China es un país que da mucho que hablar en temas variados incluyendo animales.

La medicina tradicional china tiene muchos atributos así como tabúes, y entre estas encontramos al “ejiao”.

“Excelente alimento” equiparado al ginseng, con altas propiedades curativas a enfermedades tales como hipertensión, anemia, insomnio, mareo, dolores, circulación sanguínea, menstruación irregular, entre otras. Todas afecciones en humanos.

La demanda del “ejiao” es tal, que anualmente la producción es de 5,000 toneladas.

EL PROBLEMA ES LA MATERIA PRIMA:

El medicamento surge a partir de la piel de un animal, el burro, asno, jumento, pollino, como usted le quiera llamar en sus varios sinónimos, o de acuerdo a su región.

El preciado medicamento se produce a partir de la grasa de la piel de estos animales, cada piel proporciona alrededor de 1.5 a 2.5 kilos de galantina. Y para que China tenga una producción mencionada de 5000 toneladas Anuales, deberá de tener o trabajar cerca de 4 millones de pieles, cálculo hecho por la principal fabrica productora de ejiao Shandong Donge.

El detalle es que China solo tiene capacidad de producir 1.8 millones de pieles anuales, por lo que para llegar a su meta de requerimiento necesita forzosamente importar pieles de otros países.

Y dentro de los principales países importadores de pieles está: México, acompañando a Perú y Egipto. La mayor aduana de China, Qingdao, indicó que la importación de pieles creció en un 150% entre 2013 y 2015.

Obviamente que al dispararse los costos, da entrada a las falsificaciones lo que coloquialmente llamamos productos piratas; y es que ha dado pie al uso de pieles de mulas, caballos, bueyes, cerdos; sin embargo no tienen las propiedades de la piel de burro que es más gruesa y las propiedades de su grasa.

Sumémosle que también la carne tiene gran demanda en algunas regiones del país asiático, todo esto ha contribuido a que la población de burros se desplome en los últimos años, a efecto de oferta y la demanda. Según las estadísticas Chinas de una población de 11 millones en 1990, bajó a 3 millones para el 2017.

Lo mencionamos, México es uno de los importadores mas importantes de Latinoamérica, pero solo no cubre las necesidades, así que ahora tornan su vista hacia África.

En este país el robo del animal es común para quitarle solo la piel, la carne se echa a perder donde matan al animal.

Ante una matanza desmedida para solo aprovechar y vender la piel, situación que diezma también la población en este continente, y al ser un animal de trabajo agrícola y transporte de carga; países como Nigeria, Burkina Faso en el 2016 prohibieron la importación de esta piel hacia China. Otros países aplican otro tipo de medidas restrictivas.

Obviamente China ha bajado el impuesto a la importación de piel de burro del 5 al 2 %; pero esto ha traído una gran demanda para países de Latinoamérica y África, bajando la población de esta especie.

Es una realidad que el burro en nuestro México y en otros países pasó a segundo, o hasta tercer término, dado las nuevas tecnologías.

Ha sido desplazado como medio de trabajo en el campo, transporte de tiro, y por su puesto carga, por innovadoras máquinas, sin embargo con los avances tecnológicos y científicos que tiene China debería de buscar otra alternativa.

Y no es solo un sentimentalismo, también es ver hacia la parte científica de una especie que podría estar en la línea de extinción, si así usted amigo lector lo quiere ver:

Cualquiera que sea a la forma, este noble animal merece una segunda oportunidad para su cierre de ciclo, merece una vida animal digna.

Actualmente la reproducción no es difícil pero al parecer se perdió el interés en el animal como tal, la “función” que nosotros le asignamos, porque ya no es rentable o sostenible, mucho menos autosustentable, porque también se perdió su uso de monta, por el ego: no es lo mismo, “fui al campo y monté un burro" A decir "monté un caballo".

Destino incierto, y con los compradores Asiáticos encima, más.

En nuestro municipio están “prohibidas” las carretas, la llamada tracción a sangre, y la mayoría no son burros son caballos. Pero si llegaras a ver uno no lo maltrates ni lastimes al contrario, y si viene con su manejador acércate y ofrece agua y comida.

En 2015 la fundación Donkey Sanctuary de Inglaterra estuvo en nuestro municipio con un programa para el rescate y salud de estos nobles animales de manera gratuita. Tuve la oportunidad de colaborar con la fundación en este proyecto.

No permitas que la vida del burro sea una estadística más, no le pongas precio.

Por una vida animal digna.

MVZ. Amílcar J. Meza Rdguez.
Vicepresidente de FADYS.
Presidente de EL ARCA.
Miembro CEMVZ.Ver. AC.