*Terminó el año 2017 con una serie de altibajos, sin embargo, al parecer, este fue un año bastante complicado para la mayoría de los seres humanos, y digo seres humanos porque en todo el mundo ha habido una serie de acontecimientos que han marcado lastimosamente su rumbo e historia.

*Desastres naturales, asesinatos, asaltos, inflación monetaria, desaparición de muchas fuentes de trabajo, pero sobre todo, ha sido un año plagado de noticias no muy gratas por parte de nuestra clase política y sus gobernantes.

*De manera particular, el pueblo mexicano ha pasado por grandes desastres, sin embargo, ese espíritu guerrero y esa sangre indígena que todavía posee en sus venas a pesar de su mestizaje, ha logrado que aflore siempre esa enorme capacidad para enfrentar las adversidades, ya que pese a su extrema pobreza han sabido ingeniárselas para sobresalir, o mejor dicho, sobrevivir.

*Duro ha sido este año que terminó, y según expertos, el 2018 vendrá aún peor, pero, a pesar de ello, debemos de tener la esperanza que con el ánimo y deseo colectivo, lo pronosticado quede sólo en eso: un pronóstico.

*Debemos practicar algo de lo que dicen esos hermosos mensajes que hemos circulado a través de las redes sociales. Sobre todo uno que tiene forma de reloj y conforme pasa la manecilla en cada número se van desechando sentimientos y recuerdos dolorosos para dar paso a los siguientes dice meses que Dios y la vida nos está regalando.

*Dejemos a un lado el dolor, el rencor, la envidia, el pesimismo, la avaricia, la lujuria, la asumieras, la depresión, el caos, el ocio, los contratiempos, la corrupción, la oscuridad, y tantas , tantas cosas, que han dañado menú estar mente, nuestro espíritu y nuestro cuerpo, para dar paso a la cordialidad, la paciencia, el esfuerzo, la alegría, el trabajo, el amor, el éxito, la tolerancia y la armonía.

*Recordemos, el año nuevo nos ofrece un libro en blanco para escribir nuestra historia, con 12 capítulos y con 365 oportunidades. La mayoría de esas historias van a depender enteramente de nosotros, y las que no dependan de nosotros directamente, por lo menos tendremos la oportunidad y decisión de elegir de qué manera las vamos a vivir, de que manera vamos a aceptar y sobreponernos a las tristezas, los fracasos y las pérdidas.

*Dicen por ahí que "son rachas" y como tal pasan en la vida, que "después de la tormenta viene la calma", que " no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista".

Efectivamente, a algunos nos ha tocado un año de muchas ausencias, las cuales duelen y las eran el alma, porque a pesar de todo, todavía no estamos acostumbrados a ver partir a un ser querido, saber que nunca más podrá estar a nuestro lado, que nunca más podremos verlo o escucharlo, sin embargo, y pese al gran dolor que ello nos cause, debemos de confiar en que está en el regazo de Dios, que donde se encuentre está descansando, feliz y tranquilo.

*Tengamos la fe y la esperanza de que así sea.

*Para todos aquellos que no pudieron tener la dicha y la fortuna del regalo de un año más en esta vida terrenal, elevemos una plegaria al cielo para su descanso eterno.

*Un beso amoroso desde este espacio para todos aquellos que se nos adelantaron en el camino, para los familiares, amigos, conocidos y no conocidos.

*En especial para ti Carmelita. Mi hermana guerrera, quien siempre dio la pelea en la vida, y por quién hoy soy lo que soy. Te quiero y jamás morirás en mi mente y en mi corazón. Sé que estás en paz, que ya no sientes dolor, y sobre todo, quiero confiar, confiar en que estás con todos nuestros seres queridos que se adelantaron en este paso por la vida, que estás con mamá y papá, y con Alancito, a quien nos arrebataron cruelmente.

*Feliz año nuevo, estimado lector, que la luz de la esperanza y el amor de ese Ser Superior en el que la mayoría creemos nos inunde, acompañe y proteja por siempre.